Los miembros de un “colectivo” asesinados por la policía fueron enterrados en un funeral público en Caracas, en medio de preocupaciones de que estos grupos de civiles armados –muchos originalmente dotados y entrenados por el gobierno de Chávez- puedan estar saliéndose del control del Estado.
El 7 de octubre, cinco miembros de dos colectivos políticos, conocidos como “5 de Marzo” y “Escudo de la Revolución”, fueron asesinados por agentes de la policía nacional mientras llevaban a cabo una redada en un edificio en el centro de Caracas. Dentro de las víctimas se encuentran el líder de 5 de Marzo, José Odreman, y su segundo al mando, Michel Contreras.
EFE informó que durante el funeral –que estuvo acompañado de una caravana de la policía- algunos de los asistentes gritaron críticas al gobierno como: “nos usan como vasos desechables, cuando nos necesitan ahí sí nos llaman”. Esto posiblemente podría hacer referencia al hecho de que en el pasado, el gobierno chavista se ha apoyado en los colectivos políticos –que en su mayoría están ubicados en los barrios más pobres de Caracas- como promotores del partido socialista.
Análisis de InSight Crime
La celebridad local de Caracas, Humberto López –quien se ha hecho famoso al aparecer en los eventos del gobierno disfrazado como el Che Guevara- dijo a un medio local que los colectivos están “en pie de guerra”. Pese a que López no parece estar formalmente asociado con los colectivos, la posibilidad de que estos “entren en guerra” en Caracas ha sido una preocupación por mucho tiempo para muchos venezolanos.
Los colectivos empezaron a organizarse en Caracas a principios de los años setenta. Durante la administración del presidente Hugo Chávez (1999-2013), se convirtieron en una fuente importante de apoyo para su gobierno, particularmente después del intento de golpe de Estado en 2002 contra Chávez. En palabras de la experta en Venezuela, Rebecca Hanson, “algunos colectivos protegen vehementemente lo que ven como su derecho a estar armados”. Han permanecido armados pese a múltiples intentos de Venezuela por desarmar a la población civil. Algunos de estos colectivos armados colaboraron con las fuerzas de seguridad en la represión de los protestantes a principios de este año.
Es posible que estos últimos asesinatos, particularmente el de los comandantes de 5 de Marzo, puedan provocar el deterioro de la relación entre el gobierno y los colectivos. Algunos de los colectivos han recibido la financiación del gobierno, la cual se ha reducido desde la muerte de Chávez, quizás forzándolos a recurrir a otras fuentes, criminales, de ingresos.
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El gobierno del presidente Nicolás Maduro debe actuar muy delicadamente en el manejo de los colectivos de Caracas. Hay otro ejemplo en Venezuela de un grupo pro gobierno armado que se salió del control del Estado: el grupo guerrillero Fuerzas Bolivarianas de Liberación (FBL), el cual causó varios dolores de cabeza a Chávez al declararse pro chavista, mientras simultáneamente llevaban a cabo actividades criminales a lo largo de la frontera entre Colombia y Venezuela.