Un tío del presidente Horacio Cartes de Paraguay ha sido encarcelado por narcotráfico en Uruguay, mientras que su hijo fue detenido en Estados Unidos, lo que alimentó aún más las acusaciones de conducta criminal de la familia presidencial.
Juan Domingo Viveros Cartes fue encarcelado en Uruguay por el “delito de tráfico ilícito de estupefacientes en la modalidad de importación y transporte”, según un comunicado oficial, informó AFP.
Viveros Cartes fue detenido a finales de julio después de pilotear una avioneta que entró ilegalmente a Uruguay y fue obligado a aterrizar por las fuerzas de seguridad en Durazno. Él dio un nombre falso y dijo que se había perdido en su camino a Brasil, informó el periódico uruguayo El País.
El avión no contenía drogas pero había sido modificado con compartimentos especiales para combustible y carga, según ABC. Algún tiempo antes, había aterrizado en el departamento suroriental de Lavelleja, donde había descargado 450 kilos de marihuana, informó El País. Se cree que Viveros Cartes era un alto mando de una red que traficaba drogas entre Uruguay y Paraguay, informó ABC.
Mientras tanto, el hijo del presidente Horacio Cartes fue arrestado en Miami el fin de semana por cargos de agresión física, informó BBC Mundo. Juan Pablo Cartes fue puesto en libertad después de pagar US$1.500 de fianza.
Análisis de InSight Crime
Viveros Cartes tiene un largo historial de vínculos criminales. Trabajó para la DEA como informante durante los años ochenta y noventa, proporcionando información que condujo a varias grandes incautaciones de drogas. Luego, al parecer, volvió a participar directamente en la actividad criminal; en 2001, fue capturado volando un avión que transportaba 250 kilos de cocaína a São Paulo, Brasil, y fue sentenciado a 17 años en una cárcel brasileña. Él volvió a Paraguay después de cumplir seis años de su sentencia bajo arresto domiciliario, y de nuevo empezó a pilotear narcoaviones, informó ABC. Un sobrino piloto -un primo del presidente Cartes- también fue detenido con cocaína en mayo de 2011.
Las acusaciones añaden leña al fuego sobre las sospechosas conexiones y actividades del presidente Cartes de Paraguay, un magnate de los negocios con amplias acusaciones de implicación en el tráfico de drogas, lavado de dinero y contrabando. Pese a que ha desestimado los cargos contra él diciendo que son “absurdos” y se comprometió a luchar contra la delincuencia y la corrupción, las actividades criminales de los miembros de su familia arrojaron nuevas dudas sobre su credibilidad.