La infiltración de contenedores de carga para traficar estupefacientes se ha hecho evidente en El Salvador, según las Naciones Unidas. Algo que demuestra el aumento del método logístico de amplio uso del que han dependido los narcotraficantes de toda la región.
Amado de Andrés, el representante en Centroamérica y el Caribe para la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD), afirmó que los narcotraficantes están incrementando la falsificación de sellos de contenedores en un esfuerzo por transportar drogas por la región, y El Salvador es un punto de trasbordo clave, informó La Prensa Gráfica.
La estrategia, bautizada "gancho ciego", por las autoridades, incluye varios pasos. Las organizaciones de tráfico de drogas (OTD) con sede en Suramérica identifican un contenedor en el que pondrán sus narcóticos. Antes de cargar las sustancias producen una copia idéntica del sello del contenedor, lo que muy probablemente se logra con la colusión de empleados del puerto o del muelle. Mientras los contenedores están en el muelle, rompen el sello original, cargan las drogas dentro y reemplazan el sello roto con la copia adulterada. Luego se embarcan los contenedores a Centroamérica, desde donde se envían a Estados Unidos y Europa.
El sello por lo general solo se rompe una vez, pero si las OTD centroamericanas deben repetir el procedimiento, las OTD sudamericanas envían una fotografía del sello a sus contrapartes, para que también puedan fabricar una copia adulterada.
De Andrés señaló que El Salvador lanzó recientemente un nuevo programa, financiado por la Unión Europea, para detectar cargamentos de droga. Un equipo de fiscales y agentes de policía están operando ahora en el aeropuerto internacional de El Salvador y el puerto de Acajutla, en el departamento de Sonsonate.
La iniciativa está diseñada para "investigar cómo estas redes criminales están usando a El Salvador como plataforma logística, y descubrir de dónde obtienen el dinero", según declaraciones dadas por De Andrés a La Prensa Gráfica.
El programa ya se ha anotado algunas victorias. El 31 de mayo, las autoridades decomisaron 208 kilos de cocaína oculta en un contenedor que llevaba gelatina soluble. El cargamento había salido de Colombia y hecho su primera parada en Panamá, pero sus sellos no daban muestras de haber sido rotos
Análisis de InSight Crime
Los narcotraficantes han dependido por largo tiempo de contenedores para el transporte de los estupefacientes en toda la región, en general como resultado de la incapacidad de las autoridades de inspeccionarlos de manera adecuada.
De hecho, un informe conjunto de 2013 de la Asociación de Policía Regional para el Continente Americano (AMERIPOL por sus iniciales en inglés) y la Unión Europea, titulado Análisis situacional del Narcotráfico: una perspectiva policial", halló que las fallas en la implementación de controles más estrictos en los contenedores marítimos es un problema regional, pues solo un porcentaje mínimo de los contenedores con destino a Europa o Estados Unidos son inspeccionados efectivamente por las autoridades.
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La falsificación de sellos es una práctica de larga data. La táctica del "gancho ciego" ha sido pieza central de las rutas de droga marítimas en Colombia hacia el Caribe, pero la práctica también se ha observado en otros lugares. El informe de AMERIPOL-EU halló evidencia de que sucede dentro del puerto de Guayaquil, en Ecuador.
Pero aun cuando la práctica pueda no ser totalmente novedosa, el hecho de que El Salvador se haya convertido presuntamente en un punto de trasbordo clave, con su epicentro en el puerto de Acajutla, es más bien sorprendente. Históricamente, los narcotraficantes dependieron de los puertos de Panamá, Costa Rica y México para el contrabando de los estupefacientes en contenedores. Los comentarios de la ONUDD parecerían indicar que estas tendencias están cambiando.