La policía de Colombia ha confiscado más de 1.800 reses que han sido ingresadas ilegalmente al país desde Venezuela en lo que va corrido del año, lo que arroja luz sobre uno de los pocos sectores del contrabando que aún prospera en la crisis económica de Venezuela.
En los primeros 10 meses de 2016, la Policía Fiscal y Aduanera de Colombia (POLFA) decomisó 1.895 vacas ingresadas de contrabando, por un valor aproximado de US$730.000, junto con 86.000 kilos de carne de contrabando, informó El Tiempo.
Sin embargo, las estimaciones de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegan) indican que las incautaciones representan solo una fracción de lo que se contrabandea. El gremio calcula que el comercio de carne de contrabando asciende a cerca de US$100 millones al año y que 10.000 reses venezolanas pasan ilegalmente a Colombia cada mes tan solo en el departamento fronterizo de Norte de Santander.
El ganado, al que muchas veces se le mutilan algunas partes para ocultar las marcas venezolanas, es conducido por cruces fronterizos clandestinos y a menudo son sacrificados en mataderos rudimentarios, e ilegales. Gran parte de la carne termina en ciudades fronterizas como Cúcuta, donde las autoridades estiman que el 90 por ciento de la carne que se consume es ilegal, pero parte de ella también se distribuye a centros urbanos de todo el país, señaló El Tiempo.
El comercio se funda en una enorme diferencia de precios: una res se vende por más de US$500 en Colombia, pero por menos de US$100 en Venezuela, según El Tiempo.
Esos márgenes de ganancia han contribuido a la creación de mafias dedicadas al contrabando de ganado y de carne en las regiones fronterizas. También han atraído los intereses de los actores establecidos del hampa, especialmente grupos guerrilleros colombianos, que tienen una fuerte presencia en la región.
Ganaderos de la región fronteriza describieron a El Tiempo cómo el Ejército de Liberación Nacional (ELN) escolta rebaños a través de la frontera, adelantándose a caballo para verificar que no haya obstáculos en el camino. Según la fuente, los guerrilleros cobran el 50 por ciento del valor del rebaño por sus servicios. El ganadero también le dijo a El Tiempo que funcionarios locales y miembros de los gremios ganaderos corruptos también se benefician del comercio.
Análisis de InSight Crime
Hasta hace poco, las diferencias de precios generados por los controles de precios y divisas en Venezuela habían creado un lucrativo mercado negro en Colombia para una amplia gama de bienes básicos, y el contrabando se había convertido en una importante fuente de ingresos para la delincuencia organizada y en la principal actividad económica en muchas regiones fronterizas.
Sin embargo, la bonanza del contrabando en la frontera Colombia-Venezuela está en declive. La crisis económica en Venezuela ha generado una escasez generalizada de alimentos y productos básicos, que deja poco para que los contrabandistas introduzcan en Colombia. Sin embargo, hay dos sectores en particular que se han resistido a esta tendencia a la baja.
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El primero es la gasolina, aún sometida a controles extremos de precios y todavía puede obtenerse fácilmente. El segundo, como lo demuestran los resultados de la POLFA, es el ganado, al que las diferencias de cambio aún hacen mucho más rentable de criar en Venezuela para luego vender en Colombia.
Ambos sectores siguen siendo, por el momento, fuentes de ingresos importantes para las redes de la delincuencia organizada en la región fronteriza, especialmente insurgentes como el ELN, que dependen en gran medida de captar su cuota de las ganancias del contrabando.