Dos cargamentos ilegales de medicinas decomisados en el departamento de La Guajira, al norte de Colombia, vuelven a abrir el debate sobre el predominio de este negocio en uno de los territorios más afectados por el contrabando. Esta actividad, que suele pasar desapercibida, podría aumentar en tiempos de pandemia.
Las incautaciones, efectuadas en los municipios de Maicao y Riohacha, fueron avaluadas en unos 8.000 millones de pesos (US$2 millones); se supone que serían distribuidas entre comercios legales y redes criminales en departamentos aledaños.
Dos semanas más tarde se realizaron varias incautaciones de bienes, al parecer procedentes de Estados Unidos, gracias a una serie de inspecciones que se llevaron a cabo por todo el departamento del Cesar, al norte de Colombia, que limita con Venezuela.
Los bienes de contrabando incautados eran en su mayor parte medicamentos de venta libre como acetaminofén, más conocido como paracetamol, que los servicios de salud han recomendado como analgésico para aliviar los síntomas del coronavirus. También se incautaron antibióticos y antiinflamatorios.
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En febrero de 2019, el periódico El Tiempo reveló que el comercio ilegal de estos bienes se camufla con facilidad, por lo que es difícil seguirle la pista.
“Lo que hemos detectado es que hay una importación grande de este tipo de medicamentos a través de farmacias que quedan en ciudades fronterizas o en puertos”, dijo a El Tiempo Raúl González Flechas, director de Fiscalías de Medellín, al referirse al tráfico de medicamentos psiquiátricos.
En febrero de 2019, Juan Carlos Buitrago, entonces director de la Policía Fiscal y Aduanera de Colombia (Polfa), dijo a Blu Radio que probablemente había funcionarios venezolanos involucrados en este tipo de contrabando.
Análisis de InSight Crime
El contrabando entre Venezuela y Colombia es tan grande y diverso que el tráfico de medicinas no ha recibido la suficiente atención.
Colombia tiene 16 puestos de control ubicados en las fronteras con Ecuador y Venezuela para combatir el contrabando. Esto podría no ser suficiente para ejercer control dada la multitud de trochas que cruzan la frontera, a lo largo de las cuales el tráfico de drogas y todo tipo de contrabando es común.
En la venta ilegal de estos bienes han estado involucrados funcionarios de entidades de salud, redes criminales y distribuidores.
Hay muchas modalidades de contrabando y una gran dificultad para rastrearlas. Según un reporte publicado por Caracol Radio, una de las más comunes involucra a funcionarios de las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS), quienes engañan a los pacientes para quedarse con parte de las fórmulas médicas.
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Luego, las medicinas son compradas por farmacias locales o consultorios médicos particulares, donde su rastreo se vuelve muy difícil. Otras modalidades incluyen la corrupción en laboratorios farmacéuticos, desde donde los productos se desvían a redes criminales.
Por ahora, y durante lo que va de la presidencia de Iván Duque, la fuerza pública ha ejecutado 1.393 acciones de control contra este tipo de contrabando.
Ya la Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL) ha advertido, mediante operaciones contra el contrabando de medicinas, la importancia de prevenir estos delitos, los cuales podrían agravar la situación de salud pública por la pandemia de coronavirus.