Los países del Triángulo del Norte, El Salvador, Guatemala y Honduras, lanzarán una fuerza trinacional dirigida a detener los movimientos de las pandillas callejeras que están cruzando cada vez más las fronteras con el fin de coordinar actividades criminales y evadir las enérgicas medidas de seguridad.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, anunció en una conferencia de prensa el 14 de noviembre que la unidad antipandillas se inauguraría al día siguiente en el departamento de Ocotepeque, al occidente del país, que comparte fronteras con El Salvador y Guatemala, informó AFP. Hernández dijo que el organismo estará compuesto por funcionarios policiales y militares, así como por servicios de inteligencia, migración y aduanas.
El jefe de estado dijo además que la unidad supervisará unos 600 kilómetros de zona fronteriza compartida “porque no vamos a permitir más que los delincuentes cometan sus atrocidades en un país y para evadir la justicia huyan a otro”.
Hernández agregó que la unidad permitirá compartir más información entre los países del Triángulo Norte, lo que facilitará “la captura de narcotraficantes, pandilleros y cualquier malviviente a lo largo de las fronteras de los tres países”.
El despliegue de la unidad antipandillas se ha estado planificando desde El Salvador en el mes de agosto.
Análisis de InSight Crime
Esta nueva unidad es una respuesta al creciente número de pandilleros que están emigrando de un país del Triángulo del Norte a otro. La mayor parte de este flujo migratorio proviene de El Salvador, donde la presión de las fuerzas de seguridad contra las pandillas se ha sentido de manera más fuerte. Más de 365 presuntos pandilleros salvadoreños fueron detenidos en sólo los primeros diez meses de este año. En lugar de mantener un perfil bajo, algunos de estos pandilleros que huyeron debido al aumento en las presiones de seguridad han pasado a convertirse en líderes de las estructuras pandilleras en Guatemala.
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Aunque el problema que se pretende controlar es real, la iniciativa puede ser más un adorno que una reforma de seguridad tangible. Las autoridades de los tres países ya están presuntamente intercambiando inteligencia y haciendo monitoreo en las zonas fronterizas; como Hernández lo mencionó en la conferencia de prensa, el año pasado Honduras y Guatemala desplegaron una fuerza binacional similar en la frontera entre los dos países. La eficacia de la nueva fuerza trinacional dependerá en última instancia de si los países del Triángulo Norte pueden mejorar los mecanismos de cooperación multilaterales ya existentes. Sin embargo, sobre este tema ha habido pocos detalles hasta el momento.