El mismo día en que el grupo guerrillero más grande de Colombia, el ELN, reanudó las conversaciones de paz con el Gobierno, surgieron informes de un enfrentamiento entre sus miembros y exguerrilleros ubicados en la principal zona de producción de cocaína en la frontera con Venezuela: la región del Catatumbo.
Los combates del 15 de marzo —entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y exintegrantes del Ejército de Liberación Popular (EPL)— dejaron como resultado al menos seis personas muertas en la asediada región del departamento de Norte de Santander, al noreste de Colombia, informó El Espectador. Según El Colombiano, los enfrentamientos se produjeron en el municipio de Teorama.
Según el comandante del ejército de Colombia, general Alberto José Mejía, los hechos violentos se presentaron tras una reunión fallida entre los dos grupos.
"No llegaron a ningún acuerdo entre los capos [líderes del ELN y EPL] y decidieron matarse, confrontarse con fuego", dijo Mejía, añadiendo que los grupos se disputan el "narcotráfico, la cocaína y el control de los cultivos ilegales".
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Según un informe de Naciones Unidas, los enfrentamientos de los últimos días entre los dos grupos han afectado a 17.000 personas en los municipios de San Calixto, El Tarra, Teorama, Convención, Hacarí, El Carmen y Tibú. Los combates han causado bajas civiles y militares, así como desplazamientos.
Mapa del área afectada. Cortesía: UN OCHA
Tras varias semanas de agitaciones, el Gobierno y el ELN reanudaron las conversaciones de paz en Ecuador el 15 de marzo.
Análisis de InSight Crime
Tanto el ELN como el EPL están involucrados en el tráfico de drogas en Catatumbo, donde existen algunos de los cultivos de coca más densos del país. En ninguna parte del mundo es tan barato producir cocaína, y la frontera con Venezuela representa una ruta perfecta para las drogas, así como un refugio para los actores armados.
Hasta hace poco, este tipo de hostilidades eran poco frecuentes en esta codiciada esquina de Colombia. Las FARC, ahora desmovilizadas, el ELN y el EPL han cohabitado en Catatumbo durante años, bajo un acuerdo de no violencia relativamente inestable.
Si continúan los enfrentamientos, y se sigue victimizando a la población civil, ello afectará aún más las conversaciones de paz entre el ELN y el Gobierno colombiano, que ya han enfrentado graves inconvenientes. Las acciones violentas de las facciones más beligerantes del ELN llevaron a que hasta hace poco se suspendieran las conversaciones.