La Unión Europea (UE) planea otorgar alrededor de US$33,4 millones a Bolivia en ayuda antinarcóticos y desarrollo alternativo; un compromiso que probablemente refleja la importancia estratégica de Bolivia para el tráfico de drogas en Europa.
El comisario europeo de Desarrollo, Andris Piebalgs, dijo que el dinero sería utilizado para incentivar la producción de cultivos alternativos a la coca, como parte de un esfuerzo más amplio de lucha contra la droga, informó Europa Press. Piebalgs espera que los fondos beneficien directamente a unas 80.000 familias de agricultores e indirectamente a otras 400.000 personas.
Piebalgs viajó a Bolivia el 19 de agosto con el objetivo de fortalecer la cooperación antidrogas con el gobierno boliviano. Una vez allí, el comisario tiene previsto visitar dos de las principales regiones productoras de coca del país: Cochabamba y Los Yungas de La Paz, señaló Prensa Latina.
Análisis de InSight Crime
Entre 2007 y 2013, la UE asignó alrededor de US$313 millones en ayuda a Bolivia, con alrededor de un tercio del dinero dedicado específicamente a la lucha contra el narcotráfico. Entre los esfuerzos financiados por la UE, aclamado como un éxito por el gobierno de Bolivia, estuvo un programa de autovigilancia que alentó a los cultivadores de coca a controlar sus propios cultivos, y mantenerlos dentro de los límites legales.
La UE tiene un interés personal en los esfuerzos antinarcóticos de Bolivia. A diferencia de la cocaína colombiana, que en su mayoría termina en el mercado estadounidense, la mayoría de la cocaína boliviana se trafica a Brasil y Argentina, y lo que no se vende en los mercados internos de esos países es enviado a Europa.
El apoyo de la UE contrasta con la actitud de Estados Unidos, que ha chocado frecuentemente con funcionarios bolivianos sobre la política de drogas, y recientemente anunció el cierre de su oficina antinarcóticos. No obstante, cabe preguntarse si la UE realmente puede llenar el vacío dejado por Estados Unidos, ya que el apoyo ofrecido se centra principalmente en el poder "blando", que, si bien es una parte fundamental de la lucha contra el tráfico de drogas, no resuelve la cuestión del mal equipamiento de las fuerzas de seguridad de Bolivia. El país que ha tenido más éxito en la lucha contra los grupos del crimen organizado a gran escala -Colombia- ha dependido en gran medida del apoyo de Estados Unidos para equipar y capacitar a sus fuerzas de seguridad.
Uno de los posibles socios regionales en esta área es Brasil, el mayor mercado de la cocaína en Latinoamérica y una potencia económica regional. Los dos países ya han unido esfuerzos contra las drogas en el pasado, aunque la cooperación en las operaciones antinarcóticos a veces ha sido tensa.