Las autoridades de Uruguay han desmantelado una red que traficaba migrantes chinos hacia Estados Unidos, desde Brasil a través de Argentina, resaltando el flujo de migrantes y víctimas traficadas a través del Cono Sur.
La operación se llevó a cabo por la unidad especial contra el crimen de Uruguay, con la colaboración del cuerpo policial internacional Interpol, en los departamentos (provincias) de Rivera, Salto, Paysandú y Montevideo, y resultó con la captura de 33 personas. Entre los capturados hay tres argentinos y seis migrantes chinos, entre hombres y mujeres.
Según información de El País de Uruguay, se cree que los ciudadanos chinos ingresaron por la frontera de Rivera, desde la vecina Santana do Livramento, municipio del estado Rio Grande do Sul en Brasil, para viajar luego al litoral y desde allí a Argentina.
Existe cierta confusión sobre si los chinos eran migrantes ilegales o víctimas de trata. Según EFE, una vez en Argentina, los migrantes tenían la intención de obtener documentos falsos y luego partir hacia Estados Unidos. No obstante, otros informes dicen que los chinos iban a ser utilizados para realizar trabajo forzado en Argentina.
Análisis de InSight Crime
Este no es el primer caso que poner de relieve la conexión entre Uruguay y China. Las autoridades están al tanto de que por lo menos 50 migrantes chinos han sido traficados a través de Uruguay en los últimos dos años, y en diciembre del año pasado, las fuerzas de seguridad desmantelaron una red de trata de personas presuntamente dedicada a mover ciudadanos chinos y dominicanos desde Uruguay hacia Argentina para realizar trabajos forzados.
No está claro si los migrantes chinos descubiertos en Uruguay fueron víctimas de la trata de personas o le habían pagado a los traficantes para que los ayudaran a entrar a Estados Unidos. Argentina, donde algunos informes afirman que los migrantes se han visto obligados a trabajar, ha ganado una reputación como un centro de trata de personas y un destino para las víctimas que se ven obligadas a ejercer la prostitución u otros trabajos. El flujo de migrantes ilegales a través de Latinoamérica, sin embargo, se concentra sobre todo en el norte.
Un creciente número de migrantes provenientes de Asia y África están tratando de entrar a Estados Unidos ilegalmente por la frontera con México, con unas 2.300 personas tratando de ingresar al país en 2010. Los países de la región que han sido usualmente utilizados como puntos de tránsito para el trasporte de migrantes ilegales, han sido Colombia, Ecuador, Venezuela, y Guatemala. En un caso reciente, el jefe de pasaportes de la Dirección General de Migración de Guatemala, José Alberto de León Gramajo, fue arrestado por expedir documentos falsos, resaltando cómo la corrupción oficial ha facilitado el tráfico ilegal de personas.