Cinco policías han sido condenados a penas de 26 años de prisión por tráfico de drogas en Venezuela, en un caso que representa un paso positivo contra los elementos corruptos de las fuerzas de seguridad del país, pero es poco probable que sea parte de los esfuerzos para combatir la corrupción endémica.
Los cinco expolicías fueron condenados junto con tres civiles, dos años después del decomiso de más de una tonelada de drogas a un pequeño avión en la Península de Paraguaná, en el norteño estado de Falcón, informó El Universal.
Según El Nacional, los ocho fueron arrestados luego de que agentes de la Brigada de Acciones Especiales del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) tuvieran conocimiento de sus actividades y se movilizaran mientras los hombres estaban cargando el avión con la droga, el cual buscaba volar fuera del país. La operación resultó en un tiroteo que dejó a un soldado de la Guardia Nacional y a un civil, muertos.
Uno de los exoficiales recibió una sentencia menor de 24 años, mientras que dos de los civiles fueron condenados a 18 y 17 años respectivamente.
Análisis de InSight Crime
La corrupción es quizás el mayor factor impulsor del narcotráfico en Venezuela, gran parte del cual está a cargo del llamado Cartel de los Soles –el nombre dado a las muchas facciones corruptas de las fuerzas de seguridad que participan en el narcotráfico–. Su papel fue resaltado por la reciente incautación en Francia de 1,5 toneladas de cocaína en un avión que había despegado de un aeropuerto controlado por el ejército en Venezuela; un descubrimiento que también condujo al arresto de algunos militares.
Al dictar tales sentencias a los exoficiales, puede ser que las autoridades venezolanas estén tratando de demostrar que están tomando una línea dura contra la corrupción, algo que el presidente Nicolás Maduro también ha comenzado a abordar públicamente.
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No obstante, incluso si los tribunales y el presidente realmente quieren luchar contra la corrupción, se enfrentarán a una batalla cuesta arriba. Pero las fuerzas de seguridad venezolanas no son las únicas que hacen parte de los más corruptos de la región, según Transparencia Internacional, también hay actores políticos, especialmente el ejército, cuyo apoyo es crucial para Maduro si quiere mantener su base política, la cual es cada vez más frágil.
Mientras tanto, la seguridad en Venezuela sigue deteriorándose, con el último informe del Observatorio Venezolano de Violencia proyectando que los homicidios van a aumentar un 23 por ciento en 2013, en comparación con el año anterior.