Costa Rica se encuentra reforzando la seguridad en una provincia sobre el Caribe que se ha convertido en un punto clave para la actividad criminal y el tráfico de drogas, lo cual refleja la preocupación que existe entre las autoridades locales, quienes buscan estrategias para evitar los altos niveles de violencia que se presentan en otra partes de Centroamérica.
Después de un tiroteo que ocurrió el 2 de octubre en una playa y que dejó cinco muertos como resultado, altos funcionarios de seguridad de Costa Rica se reunieron en Limón el 5 de octubre para discutir la situación de seguridad de la ciudad y formular acciones para desmantelar a las organizaciones criminales, informó La Nación.
Ese mismo día, 400 oficiales de policía adicionales se trasladaron a la ciudad para reforzar las operaciones de seguridad y ayudar a combatir a las bandas criminales.
El director de la policía de Costa Rica, Juan José Andrade, dijo que los policías adicionales en Limón se centrarán en dos áreas. La primera es ayudar a reunir inteligencia para apoyar las investigaciones judiciales, y la segunda consiste en mantener la presencia de los organismos de seguridad y controlar las áreas con mayores niveles de criminalidad y violencia.
"No les vamos a dar espacio (a las bandas de Limón), vamos a permanecer en la provincia hasta que salgan de aquí", manifestó Gustavo Mata, ministro de Seguridad.
La mayor presencia policial hace parte de una estrategia desarrollada por funcionarios costarricenses en octubre de 2015, que permitió la creación de la Fuerza Especial Operativa (FEO) para desarticular a los grupos criminales en las zonas urbanas de todo el país.
Los funcionarios también están desarrollando una línea telefónica para que los ciudadanos de Limón reporten las actividades criminales de manera anónima.
“Estamos dispuestos a derrotar” a los criminales, dijo el fiscal general Jorge Chavarría Guzmán. “No les tememos y haremos todo lo posible por meterlos a la cárcel”.
Guzmán agregó que hay dos grupos criminales principales que dominan a Limón, pero se negó a dar más detalles, debido a que las investigaciones están en curso.
Análisis de InSight Crime
Limón —el nombre de una provincia y también de su ciudad capital— se sitúa en la costa del Caribe y es uno de los principales puertos marítimos de Costa Rica. Su ubicación estratégica a lo largo de las rutas de tráfico la ha puesto en el centro de la creciente participación de Costa Rica en el tráfico de drogas regional.
Por ejemplo, en la provincia se han incautado aviones cargados con cocaína colombiana, e informes anteriores han indicado que la marihuana se ha convertido en uno de los principales cultivos de las poblaciones indígenas de Limón.
La expansión del narcotráfico en Costa Rica, y el alarmante aumento de la inseguridad, han provocado preocupación entre las autoridades locales, a quienes les urge evitar los extremos niveles de violencia que se han presentado en los países del Triángulo Norte de Centroamérica: El Salvador, Guatemala y Honduras.
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De hecho, el 3 de octubre, después de un tiroteo en Limón, el ministro de Seguridad, Mata, lamentó que su despacho carece de suficientes recursos financieros y humanos para combatir la creciente violencia criminal, y anunció que se vería obligado a renunciar si al ministerio no se le asignan recursos adicionales pronto.
Como respuesta, el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, expresó su apoyo a Mata, diciendo que sus comentarios “demuestran la gravedad de la situación en que nos encontramos”. Solís les pidió a los legisladores que aprueben nuevos impuestos rápidamente para ayudar a aumentar el presupuesto de seguridad.