Aunque Colombia ostenta su tasa de homicidios más baja en casi medio siglo, los focos en que se ha disparado la violencia en varias zonas rurales cuentan una historia muy distinta: la de grupos armados en disputa por el control de lucrativos mercados criminales con la entrada del país en una nueva etapa de su conflicto armado.
Un reportaje de La Silla Vacía cubre los diez municipios colombianos con la mayor alza porcentual en las tasas de homicidios. Estas zonas rurales registraron un saldo de homicidios bajo entre el 1 de enero y el 23 de agosto de 2016 (entre 0 y 1), pero el saldo se elevó en 500 por ciento y más en el mismo periodo de 2017.
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En siete de los diez casos, se dice que el incremento de los homicidios tiene relación con la salida de los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), recientemente desmovilizados en el marco de un proceso de paz pactado con el gobierno colombiano. La guerrilla controlaba extensiones de tierra en las que dominaban también lucrativas economías criminales, en gran parte de las cuales se observa ahora un vacío de poder.
Mapa de La Silla Vacía donde aparecen los 10 municipios colombianos con el mayor incremento porcentual en homicidios entre 2016 y 2017
Todos los municipios mencionados se encuentran en zonas rurales, con poblaciones no mayores de 31.000 habitantes, y se distribuyen en nueve departamentos.
Análisis de InSight Crime
En 2016, Colombia registró la más baja tasa de homicidios de los últimos 42 años. Pero este panorama más amplio pasa por alto brotes de violencia localizados que confirman los cambios en la dinámica del conflicto armado y el crimen organizado en el país.
Aunque la violencia asociada al conflicto armado en Colombia dista mucho de los picos a los que llegó hace una década, la desmovilización de las FARC ha suscitado una lucha de poder por los territorios estratégicos dejados por los guerrilleros. Allí, los grupos se disputan el territorio o tratan de consolidar su control, a la par que eliminan a los líderes sociales que podrían interponerse en su camino o llamar la atención sobre sus actividades.
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El reportaje de La Silla Vacía es un ejemplo de esto. En varios municipios mencionados —muchos de ellos importantes para la actividad del narcotráfico en el territorio antes controlado por las FARC— los homicidios parecen tener relación con la presencia o la expansión de disidentes de las FARC, de otros grupos guerrilleros u organizaciones criminales.
Estas tendencias también ilustran la ausencia del estado en gran parte del territorio rural. Sin embargo, Colombia está dando pasos positivos para llevar la presencia de las fuerzas de seguridad a zonas rurales en riesgo como una condición del proceso de paz en desarrollo.