El jefe antidrogas de Paraguay ha expresado su preocupación por los vínculos entre traficantes y funcionarios -un fenómeno que puede resultar inevitable dada la importancia del comercio de marihuana en la economía del país- y ha sugerido regular la producción de marihuana como un enfoque alternativo en la lucha contra el crimen organizado.
En una conferencia de prensa el 21 de octubre, Luis Rojas, el director de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) de Paraguay, dijo que los narcotraficantes utilizan su influencia económica para comprar protección por parte de los políticos, las fuerzas armadas, el sistema judicial y la prensa, informó Última Hora.
Rojas se negó a dar más detalles, pero sus comentarios se presentan poco después de que el senador Robert Acevedo dijera a la emisora de radio 780 AM que la SENAD tenía una lista de al menos cinco senadores y varios representantes del gobierno que estaban vinculados con el tráfico de drogas.
Rojas dijo que una forma alternativa para combatir el tráfico de droga podría ser la regulación de la producción de marihuana, informó ABC Color. También dijo que las fuerzas de seguridad deben centrar sus esfuerzos en la incautación de las propiedades de los grandes narcotraficantes, además de enfocarse en la erradicación e incautación de marihuana.
Según Rojas, en lo que va de 2014 los funcionarios antidrogas han destruido 6.000 toneladas de marihuana en tres departamenos orientales que limitan con Brasil: Amambay, Canindeyú y Alto Paraná, informó ABC Color.
Análisis de InSight Crime
El tamaño y la importancia económica del comercio de marihuana en Paraguay -que según las estimaciones de producción de marihuana de la Organización de Naciones Unidas (ONU) podrían representar más del 3 por ciento del PIB del país- hace que la narcocorrupción en la política sea difícil de evitar, sobre todo en los principales departamentos cultivadores de marihuana. En una entrevista con InSight Crime en septiembre, Rojas dijo que la economía local de Amambay dependía tan fuertemente del tráfico de drogas que las operaciones de erradicación a gran escala allí producían un aumento correspondiente en los robos.
Los lazos entre los narcotraficantes y los políticos son comunes en los países de Latinoamérica en los que el tráfico de drogas cuenta con una significativa influencia económica, como es el caso de Guatemala, Honduras y Perú.
Siendo Paraguay el mayor productor de marihuana en Suramérica, cualquier mención de la legalización como mecanismo para combatir el tráfico de drogas llama la atención -especialmente si viene del principal funcionario antidrogas del país. Las declaraciones de Rojas contrastan con las críticas que él mismo ha hecho con respecto a la legalización de la marihuana en Uruguay, sobre la cual afirmó que llevaría a un incremento en la producción en Paraguay.
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El tráfico de drogas no es el único crimen que depende de los vínculos con los funcionarios en Paraguay. En septiembre, un funcionario del gobierno paraguayo se refirió al flujo de contrabando cerca de la Triple Frontera con Brasil y Argentina como una "avalancha incontenible". Este comercio se ve facilitado por la corrupción oficial, sobre todo en Ciudad del Este, el “Salvaje Oeste” del país, un refugio para esta actividad criminal.