Para muchos países latinoamericanos, lidiar con un sofisticado grupo narcotraficante de alcance internacional y con conexiones en altos niveles del gobierno no es nada especial. Pero para Uruguay es una situación nueva.  

El 26 de agosto, Brasil aprobó la extradición a Uruguay de Rodrigo Fontana Ferreira, narcotraficante argentino sospechoso de formar parte del Primer Cartel Uruguayo (PCU). Fontana Ferreira es requerido en Uruguay por cargos de tráfico de drogas, armas y explosivos entre Uruguay, Brasil y Paraguay, así como por amenazas y ataques contra instituciones judiciales uruguayas, según informes de prensa sobre su caso.

Su extradición se produce luego de la revelación de nuevos datos sobre el PCU, especialmente el hecho de que funcionarios del gobierno quizá le ayudaron al líder del grupo, Sebastián Marset, a salir tras ser detenido en Dubái.

En octubre de 2021, Marset fue arrestado en Dubái por viajar con un pasaporte paraguayo falso, tras lo cual solicitó un nuevo pasaporte uruguayo para poder salir del país legalmente. Aunque el embajador de Uruguay en Emiratos Árabes Unidos supuestamente instó a la cautela en el caso, rápidamente se le otorgó un nuevo pasaporte y se le permitió salir del país. Marset ha permanecido prófugo desde entonces.

Uruguay investiga si varios funcionarios de los ministerios de Relaciones Exteriores e Interior, así como un asistente del vicepresidente de Paraguay, Hugo Velázquez, ayudaron a Marset a salir de Dubái.

Marset, presuntamente relacionado con el envío de al menos 16 toneladas de cocaína entre Paraguay y Europa, pasándolas por Uruguay, es buscado por Interpol. El 12 de agosto, el nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, también señaló que Marset quizá tuvo que ver con el asesinato de Marcelo Pecci, principal fiscal anticrimen de Paraguay.

Análisis de InSight Crime

Si bien el ascenso del Primer Cartel Uruguayo se ha dado de manera rápida, Marset al parecer ha estado sentando las bases de un grupo narcotraficante internacional durante mucho tiempo.

En 2012, fue conectado por primera vez a un cargamento de marihuana, el cual iba a ser trasladado de Paraguay a Uruguay en un avión privado. Dicho avión era capitaneado por Juan Domingo Viveros Cartes, alias “Papacho”, tío de Horacio Cartes, expresidente de Paraguay, quien también fue encarcelado por su participación en el asunto. En 2013, Marset fue arrestado por organizar otro envío similar a Uruguay.

Durante los cinco años que permaneció en el penal La Libertad, presuntamente hizo los contactos internacionales que necesitaba para darle mayor impulso a sus ambiciones. Al parecer ha tenido relaciones estrechas con la organización brasileña Primer Comando de la Capital (PCC), de la cual tomó el nombre para su grupo, según un informe del periódico uruguayo El Observador.

Tras salir de prisión en 2018, comenzó a viajar a distintos países latinoamericanos con el fin de establecer su línea de suministro de cocaína, según Última Hora.

Los informes también señalan que Marset ha tendido a utilizar la violencia para lograr sus objetivos, pues se le ha relacionado con varios asesinatos en Paraguay.