Las autoridades de la provincia de Arauco, Chile, han interceptado una serie de camiones que transportaban enormes cargas de madera de pino robada, lo que revela que la madera de las plantaciones legales está ingresando cada vez más en el negocio del tráfico ilegal de madera en el país.
A mediados de mayo, la policía reveló que había incautado siete camiones que llevaban 161 metros de madera de pino robada, estimada en US$10,5 millones. Los siete conductores fueron detenidos en relación con la incautación, según el medio BioBioChile.
La incautación se llevó a cabo en la comuna de Los Álamos, ubicada sobre la ruta 160, carretera que atraviesa el norte de la provincia de Arauco.
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BioBioChile informó que la madera había sido hurtada de la Granja Cuyinco en Los Álamos, propiedad de Bosques Arauco S.A., empresa que opera aserraderos y aplanadoras.
El presunto robo se presentó justo después de otro caso similar a finales de abril, cuando la policía interceptó tres camiones cuyos conductores presuntamente habían robado madera de pino de un predio perteneciente a la empresa Forestal Arauco S.A. en la comuna de Arauco, en la provincia norteña del mismo nombre.
Los conductores fueron detenidos, y más tarde liberados, permitiéndoles llevarse US$8 millones en madera, según El Líbero, que tuvo acceso a un reporte elaborado por la empresa.
Hay confusión acerca de por qué se permitió que esto ocurriera. Al parecer, a los conductores se les permitió continuar su trayecto con la madera debido a "falta de coordinación" entre la policía y el Ministerio Público. Una fuente que trabajó en el caso y pidió mantener su nombre en anonimato explicó que la policía sostuvo que el fiscal a cargo en ese momento dio la orden de liberar los camiones, pero que el fiscal ha negado esto último.
Solo dos días antes se había confiscado un camión, cuyo conductor fue arrestado. El vehículo presuntamente transportaba madera robada en otra propiedad de Forestal Arauco en la misma comuna, según reveló El Líbero. Otros dos camiones involucrados lograron evadir la captura.
Como respuesta al aumento de los robos, un grupo de sindicatos de transporte chilenos publicó recientemente una carta abierta en la que pedía a funcionarios del Congreso nacional que aprobaran las leyes contra el crimen que actualmente se están debatiendo. En la Cámara de Diputadas y Diputados de Chile cursan actualmente tres propuestas para hacer frente al robo de madera. Estas buscan aumentar las penas para quienes roban madera, tipificar el delito y otorgarles a las autoridades mayores poderes para combatirlo.
En enero, Juan José Ugarte, presidente de la Corporación Chilena de la Madera A.G. (Corma), dijo en una presentación que, en los últimos tres años, las pérdidas totales por el robo de madera en el sector maderero legal del país se habían más que triplicado. En 2018, las pérdidas fueron de US$20 millones. Esta cifra aumentó a US$45.2 millones en 2019, y ascendió a unos US$67.8 millones el año pasado.
Gran parte del robo de madera en Chile se comete en las provincias de Arauco y Malleco, al sur del país.
Análisis de InSight Crime
Arauco está en el centro del aumento del tráfico de madera en Chile por tres razones principales.
En primer lugar, existe una abundante cosecha legal de madera por parte de empresas forestales que operan en la provincia. Esto posibilita el robo de madera.
Un informe publicado por La Tercera en septiembre de 2020 reveló que las plantaciones de pinos y eucaliptos cultivadas por empresas forestales en Arauco son blanco de los grupos armados.
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Los pinos requieren hasta 12 años de cuidado para poder ser cosechados, y los eucaliptos tardan hasta 14 años. Cuando los árboles ya pueden ser talados, los grupos armados aparecen, amenazan a los trabajadores y comienzan a talar con sus propios equipos, como cuenta un ejecutivo que trabaja para una empresa forestal consultado por La Tercera.
Luego la madera es recogida por conductores que la reciben de manos de los traficantes. Estos conductores utilizan las mismas rutas que los que transportan madera legal.
En segundo lugar, durante mucho tiempo en Arauco se ha estado desarrollando un conflicto rural, que es aprovechado por los traficantes para robar madera de las compañías madereras.
En la provincia se manifiestan viejos agravios entre miembros de la comunidad indígena mapuche y el gobierno chileno. Una facción radical del pueblo mapuche ha estado exigiendo por mucho tiempo que se les devuelva el territorio ancestral que, sostienen, les fue arrebatado ilegalmente. Este conflicto ha conducido a actos de resistencia, como el robo de madera y la quema de bosques explotados por empresas forestales en la provincia.
Esto significa que la madera ya cortada y robada puede ser fácilmente recogida por los conductores que trabajan como intermediarios entre quienes la cortan y las redes criminales que la venden en los mercados nacionales e internacionales.
Por último, la falta de presencia estatal en la provincia facilita el robo de madera.
Según René Muñoz, presidente de la Asociación de Contratistas Forestales (Acoforag), esto ha creado un "ambiente favorable" para que el robo de ganado y el tráfico de armas y drogas abunden en Arauco, al igual que el robo de madera.