De Costa Rica a Chile, los decomisos de marihuana "creepy" colombiana han aumentado en el último año, pero algunos expertos cuestionan si se trata de eso realmente o no es más que una estratagema para vender.
En uno de los decomisos más recientes y descomunales, las autoridades costarricenses anunciaron a finales de enero que desmantelaron una organización criminal que traficaba presuntamente 5,5 toneladas de marihuana desde Cauca, Colombia, hasta Costa Rica por vía marítima. La marihuana decomisada era "una sustancia con THC de alta calidad", según declaró Michael Soto, exministro de seguridad de Costa Rica y actual director encargado del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Llamado más comúnmente "creepy", por su potencia y su gran efecto psicoactivo, este es el más reciente de una serie de decomisos de marihuana que se pretendía introducir a Costa Rica para el consumo local, le dijo Soto a InSight Crime.
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De la misma manera, otros países han afirmado que la marihuana creepy va ganando participación en el mercado. Las autoridades brasileñas decomisaron 3,5 toneladas de lo que dijeron ser creepy a finales de agosto en una comitiva de barcos que bajaban por el Río Negro en el Amazonas. En Chile, también se reportaron decomisos de mayor volumen y más frecuentes.
Los decomisos y capturas se dan mientras Colombia se enfrenta a una economía más vibrante de producción de marihuana. En 2016, la policía en Colombia incautó apenas un poco más de 190 toneladas de marihuana, pero a partir de allí, han aumentado drásticamente los decomisos, superando las 530 toneladas en 2020, y manteniéndose por las 490 toneladas en 2021 y 2022, según cifras oficiales. En los últimos dos años, más de la mitad de esos decomisos se concentraron en dos departamentos del suroeste del país: Cauca y Valle de Cauca.
Análisis de InSight Crime
A pesar de los reportes de Costa Rica, Brasil y Chile, y de los decomisos en Colombia, los expertos consultados por InSight Crime cuestionan que la marihuana creepy que se está decomisando en el exterior sí pertenezca realmente a esa variedad.
La producción, como señalaron algunos expertos, se ha estabilizado o incluso ha caído.
"No me parece que sea acertado decir que hay un boom en el momento", comentó un investigador que ha estudiado la producción de marihuana en el Cauca, pero solicitó que se mantuviera su anonimato por razones de seguridad. "Hubo un boom hace pocos años, pero hasta donde sé, el crecimiento de la producción se ha quedado en ese nivel por los bajos precios".
Otros académicos y fuentes de seguridad también se mostraron cautos frente a la afirmación de que se está produciendo más creepy para exportar.
Incluso, con la demanda disparada por la hierba de supuesto mayor octanaje, los productores han comenzado a ofrecer la marihuana de cualquier variedad como creepy.
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"Toda la marihuana procedente de Colombia viene etiquetada como creepy, sea cierto o no. Pero si le pregunta a las autoridades [en otros países] cómo se diferencia de otros decomisos de marihuana, no logran decirlo con claridad", señaló Miguel Tunjano, analista público y coronel retirado de la policía antinarcóticos de Colombia.
"Creepy no es una variedad [de marihuana]. Creepy es una marca que abarca una serie de cepas con mayor octanaje de tetrahidrocanabinol (THC); es un concepto genérico", le comentó a InSight Crime el investigador de Dejusticia Luis Felipe Cruz. "Nadie puede afirmar que la marihuana sea ‘creepy’ sin verificar su porcentaje de THC".
Una razón obvia para vender la marihuana como creepy son los altos precios que alcanza. En Colombia, un kilo de creepy se vende en cerca de 200.000 pesos colombianos (unos US$42), y el precio baja para los productos de inferior calidad, según fuentes de la policía colombiana.
En Ecuador, un kilo de marihuana creepy cuesta hasta ocho veces más que la hierba normal y puede alcanzar más de US$1.500. Los precios son semejantes en Costa Rica, donde un kilo de creepy alcanza un valor en las calles hasta de US$1.754 el kilo, le comentó Soto a InSight Crime.
A medida que se amplía la distancia de Colombia, el precio sigue subiendo. En Brasil, por ejemplo, puede rondar los US$2.800 dólares, según el medio colombiano El Tiempo. Un kilo de creepy les reporta a los traficantes cerca de US$6.000, como trascendió de una investigación del medio chileno La Tercera.