Bagdad, junto con sus rivales de Calor Calor, es una de las dos mayores bandas federadas de Panamá, conformadas por 30 a 40 bandas menores que trabajan en conjunto para prestar servicios de trasiego de narcóticos para grupos transnacionales de crimen organizado. Aparte de eso, las bandas tienen poca cohesión interna y muchas veces se involucran en disputas por el microtráfico en la Ciudad de Panamá y otras zonas del país.

Historia

Los orígenes de Bagdad se remontan a la banda Unión Sovietica, que era una combinación de bandas menores llamadas Bagdad, El Pentágono y Matar o Morir (MOM). Al mando de Jorge Rubén Camargo Clarke, alias “Cholo Chorrillo” o “El Cholo”, los miembros de Bagdad se convirtieron en notorios “tumbadores”, bandas especializadas en el robo de cargamentos de droga a los grupos de traficantes. Bagdad estaba asentada originariamente en El Chorrillo, mientras que El Pentágono operaba en Santa Ana y MOM en Curundú, todos ellos barrios de la Ciudad de Panamá.

La Unión Soviética también extorsionaba a otros grupos criminales y buscaba eliminar otras bandas y tumbadores. Sus enemigos eventualmente se unieron para formar la organización “Calor Calor”, lo que dio inicio a una rivalidad que se mantiene en la actualidad.

Tras la muerte de los jefes de El Pentágono y MOM, Bagdad tomó el control de la federación y se quedó su nombre.

Bagdad sigue dedicada al robo de drogas, pero las principales actividades de la banda ahora consisten en el control de territorio para el movimiento y la venta de drogas. En 2014, el trabajo de investigación de InSight Crime calculó que la federación controlaba más del 50 por ciento de la venta de drogas en Panamá. Bagdad también presta servicios como la vigilancia de cargamentos y sicariato, y se dedica al secuestro y la extorsión. La banda recluta a jóvenes desde los 14 años de edad aproximadamente.

En 2014, se estimaba que las pandillas Bagdad y Calor Calor sumaban más de 2.000 miembros.

Liderazgo

Jorge Rubén Camargo Clarke, alias “Cholo Chorrillo”, era el famoso jefe de los grupos de Unión Soviética y alguna vez fue la cabeza de Bagdad, pero actualmente se encuentra en prisión.

El actual jefe de Bagdad es Jaime Powell Rodriguez, alias “Yunya”, quien tomó el control alrededor de 2016.

Según la investigación de InSight Crime en campo, Yunya se considera un capo. Se lo conoce por vestirse bien y posar como empresario, mientras que realmente usa su red de negocios en España para despachar drogas a Europa y lavar dinero que esconde en cuentas bancarias en Suiza.

En 2018, Powell Rodríguez fue detenido en Dubái y extraditado a Panamá por narcotráfico transnacional, pero fue dejado en libertad en marzo de 2019. En mayo de 2020, la policía panameña lo estaba buscando nuevamente.

En 2021, Camargo Clarke volvió a salir de la cárcel y se convirtió en uno de los principales objetivos de la Operación Neptuno, una investigación en torno a Bagdad adelantada en conjunto entre autoridades panameñas y la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (US Drug Enforcement Administration, DEA). Se cree que huyó del país con otros altos mandos de Bagdad para evitar ser arrestado.

Camargo Clarke fue finalmente detenido en febrero de 2022 en Costa Rica. Está a la espera de ser extraditado a Estados Unidos.

Geografía

Establecida originalmente en la Ciudad de Panamá, ahora Bagdad es más fuerte a lo largo del canal, en la provincia de Panamá Oeste, que limita con Ciudad de Panamá, Colón y el Océano Pacífico. El violento conflicto territorial entre Bagdad y Calor Calor se ha extendido de Ciudad de Panamá a Panamá Oeste, donde los cargamentos de drogas entran y salen de la zona costera de La Chorrera.

Allí, los miembros de Bagdad y Calor Calor muchas veces conviven en estrecha proximidad.

Aliados y enemigos

Bagdad se compone de numerosas bandas juveniles. Los grupos que han sido descritos como aliados de Bagdad incluyen “El Pentágono”, “Vietnam 23” y “Nadie ta’ Bien”. Su principal rival es Calor Calor, que también es una aglomeración de grupos.

Las dos organizaciones son los mayores bloques criminales de Panamá y su rivalidad se centra en el control de puertos ubicados estratégicamente, cuotas del narcotráfico internacional, especialmente en el mercado europeo, y en la rivalidad personal entre Yunya y la cabeza de Calor Calor, Eduardo Macea, alias Marshall.

Yunya y Marshall comenzaron a trabajar juntos bajo las órdenes de Juan Vicente Blandford, alias El Patrón Juancito, pero sus disputas comenzaron en 2014, cuando varios miembros de la estructura de Calor Calor se pasaron a Bagdad. Yunya tiene una reputación de menor violencia entre los dos criminales, mientras que Marshall tiene fama de crueldad. El Pátron Juancito fue capturado en 2019, pero se dice que desde la prisión sigue intentando unir a los dos jefes.

Desde 2019, Bagdad también tiene que enfrentar una pugna interna, pues una de sus bandas miembros, Matar o Morir (MOM) retuvo un cargamento de drogas para ellos como declaración de independencia.

En diciembre de 2019, Bagdad se cobró la deuda coordinando un tiroteo en La Joyita, una de las mayores prisiones de máxima seguridad de Panamá. Un grupo de presos abrió fuego contra otro, usando armas de asalto de grueso calibre que dejó un saldo de 15 muertos y 11 heridos.

El hecho se dio a conocer como la “masacre de La Joyita”, y desató una oleada de violencia que sigue encendiéndose en el complejo penitenciario de La Joya, pero también se ha desbordado a la calles de Panamá Oeste lo que disparó las tasas de homicidios.

Desde entonces, la atención que la DEA ha puesto sobre Bagdad no ha sido adecuada, a pesar de que la agencia tiene una larga trayectoria en el desmantelamiento de bandas de narcotraficantes centroamericanas, una vez estas alcanzan cierto tamaño.

Perspectivas

Las operaciones de Bagdad en el narcotráfico transnacional se han sofisticado y su rol ha pasado de ser un subordinado a subontratista que se ocupa de despachar las drogas para grupos colombianos y mexicanos por Panamá y otros lugares, según la investigación de campo de InSight Crime. Aunque es posible que Bagdad se mantenga como intermediario en el tráfico transnacional de narcóticos, el negocio es lucrativo y los riesgos aumentan.

Con mayores posibilidades de lucro que en sus inicios, Bagdad, al igual que sus rivales de Calor Calor, ha respondido consolidando su poder y arreciando la violencia.

Sin embargo, la magnitud de la violencia empleada en la masacre de La Joyita quizá ha marcado un punto de inflexión. En abril de 2021, después de una investigación de un año de duración, las autoridades estadounidenses y panameñas llevaron a cabo extensas redadas contra los cabecillas de Bagdad, lo cual implicó interceptar teléfonos e identificar empresas fachada y técnicas de lavado de dinero. No es claro cómo Bagdad podrá hacer frente a esta presión.

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