Álex Nain Saab Moran es un empresario colombiano acusado de ser uno de los principales testaferros del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Autoridades internacionales lo señalan de pertenecer a un entramado multimillonario de corrupción y lavado de dinero que involucra varios funcionarios del gobierno venezolano.

Saab estuvo preso en Estados Unidos desde 2021 hasta diciembre de 2023, cuando fue liberado como parte de un acuerdo entre el gobierno norteamericano y Maduro  a cambio de la libertad de 10 estadounidenses presos en Venezuela y de varios presos políticos venezolanos. 

Estados Unidos acusó a Saab de participar en un esquema de corrupción que incluyó coimas a funcionarios del gobierno venezolano. Según el Departamento de Justicia estadounidense, Saab y su socio desviaron más de US$350 millones a cuentas en el exterior. Un proceso judicial en Colombia también lo señala por cargos similares.

Historia

Álex Saab es hijo de un inmigrante libanés que se estableció en la ciudad de Barranquilla, Colombia, donde abrió varios locales comerciales y se desempeñó con éxito en el área textil.

En sus inicios se asoció con Álvaro Pulido, un empresario colombiano que estuvo involucrado en narcotráfico, quien le habría abierto las puertas para hacer negocios en Venezuela.

Entre 2004 y 2011, los dos hombres exportaron mercancías a Australia, Ecuador y Venezuela a través de una sociedad llamada Shantex S.A. En Venezuela, sus clientes eran pequeñas empresas que tenían acceso a dólares a una tasa de cambio preferencial gracias al sistema de canje de divisas oficial de la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI), reconocida por graves escándalos de corrupción.

La estrecha relación entre Álex Saab y el chavismo data de 2011, cuando firmó en el Palacio de Miraflores un convenio para suministrar partes para construir casas prefabricadas para la “Misión Vivienda” en presencia del entonces presidente Hugo Chávez, su canciller Nicolás Maduro y el expresidente colombiano, Juan Manuel Santos.

El acuerdo se hizo por medio de la empresa Fondo Global de Construcción (Foglocons), a través de la cual Saab y Pulido obtuvieron acceso a tasas de cambio preferenciales en Venezuela y al Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (Sucre), que Colombia impulsaba junto a Ecuador.

Entre 2012 y 2013, la empresa recibió cerca de US$159 millones para importar al país los kits de vivienda, pero solo entregó productos equivalentes a US$3 millones, según el portal investigativo venezolano Armando.info. Ecuador ha investigado tales exportaciones al sospechar que incurrían en lavado de dinero, operaciones ficticias y sobrefacturación con la filial de Foglocons en Ecuador. Aunque el caso fue sobreseído, autoridades de Ecuador continúan investigando la trama.

La dupla Saab-Pulido empezó a participar en contratos en el sector de alimentos en 2015, cuando una sociedad recién creada en Panamá bajo el nombre Global Foods Trading, relacionada con los dos empresarios a través de testaferros, firmó al menos cuatro contratos por cerca de US$125 millones para suministrar maíz, trigo, arroz y soya a Venezuela, de acuerdo con Armando.info.

Desde finales de 2016, con Group Grand Limited, Saab firmó lucrativos contratos para proveer millones de paquetes de alimentos subsidiados distribuidos por los Comités de Abastecimiento y Producción (CLAP) con la gobernación del estado Táchira y la Corporación Venezolana de Comercio Exterior (Corpovex), informó Armando.info.

Aunque desde su inicio como contratista Saab intentó mantener un bajo perfil, su nombre se dio a conocer en agosto de 2017 cuando la exfiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, lo identificó como el hombre detrás de Group Grand Limited junto a los empresarios colombianos Álvaro Pulido y Rodolfo Reyes, y alegó que la compañía pertenecía realmente al presidente Maduro.

Al tinglado comercial se unen otro par de empresas registradas en los Emiratos Árabes Unidos como intermediarias en el negocio de los CLAP. Esto ocurrió al mismo tiempo que el gobierno de Nicolás Maduro se acercaba al del mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, para la refinación del oro extraído del Arco Minero del Orinoco y para convenios alimentarios.

Pocos meses después, Nicolás Maduro oficializó la creación de una empresa mixta entre la estatal Compañía General de Minería de Venezuela (CVG Minerven) y una sociedad con registro turco, Marylins Proje Yatirim. Una investigación del portal Armando.info pudo vincular esta última a Mulberry, otra empresa de Saab, prueba de la participación del colombiano en los negocios del oro venezolano.

Desde al menos 2019, Saab y Pulido también se involucraron en la comercialización del petróleo venezolano. De acuerdo a Armando.info, documentos internos de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) de 2022 evidenciaron que 19 empresas vinculadas a los colombianos adeudaba casi US$1.500 millones. 

En junio de 2020, Saab fue detenido luego de que su avión aterrizara en Cabo Verde. De inmediato, Estados Unidos presentó una solicitud de extradición que fue aprobada por la Corte Constitucional de Cabo Verde en septiembre de 2021.

Tras esto, Maduro, quien nunca había mencionado a Saab públicamente, suspendió las negociaciones con la oposición y emprendió una extensa campaña en su defensa, mientras que la Defensoría del Pueblo de Venezuela alegó que este tenía inmunidad diplomática y se encontraba en una misión humanitaria hacia Irán al momento de su detención, aunque la veracidad de dicha condición diplomática es cuestionada.

En el juicio se reveló que Saab se convirtió en colaborador de la Administración de Control de Drogas (Drug Enforcement Administration – DEA) en 2018, a la cual le giró más de US$10 millones obtenidos por corrupción, ofreció información de la corrupción en el gobierno de Maduro y también acordó entregarse a la justicia estadounidense el 30 de mayo de 2019, lo cual incumplió.

En 2023, en el marco de mayores acercamientos entre la administración de Maduro y la del presidente estadounidense Joe Bien, Saab recibió un indulto y regresó a Venezuela como parte de un canje de prisioneros, a cambio de 10 ciudadanos estadounidenses, un criminal fugado de Estados Unidos a Venezuela, y la libertad de varios presos políticos venezolanos.

En enero de 2024, Maduro nombró a Saab como presidente del Centro Internacional de Inversiones Productivas (CIIP) de Venezuela. Saab también asumió funciones dentro del partido político del chavismo, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Actividad criminal

Álex Saab fue acusado de blanqueo de capitales en Estados Unidos. Colombia también lo acusa de lavado de activos y demás cargos en un proceso judicial pautado para reanudarse en 2024. 

El empresario colombiano tejió una red de empresas opacas registradas en su mayoría en paraísos fiscales a nombre de terceros, como su hijo y el hijo de su socio Álvaro Pulido, sus hermanos y sus aliados, entre otros. Desde las fachadas empresariales ha supuestamente emprendido exportaciones ficticias y actividades de corrupción que le han dejado cientos de millones de dólares en ganancias.

En sus contratos para la provisión de comida a los CLAP, investigaciones periodísticas han comprobado la existencia de sobreprecios en las facturas, así como la mala calidad y los bajos valores nutricionales de los productos adquiridos. Igualmente, sus operaciones con el crudo venezolano dejaron cuantiosas deudas al Estado. La incursión de Saab en las transacciones del oro venezolano demuestra otra arista de sus actividades criminales. Se ha denunciado la participación de grupos criminales venezolanos, funcionarios de seguridad corruptos y de la guerrilla colombiana, tanto el Ejército Nacional de Liberación (ELN) como las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, conocidas como ex-FARC Mafia, en la extracción de metales preciosos. 

Geografía

Las principales operaciones de Álex Saab y sus socios se han enfocado en Venezuela, donde ha contado con el visto bueno del gobierno de Nicolás Maduro.

Para ello, Saab ha constituido empresas en más de una docena de países, incluyendo Brasil, China, Ecuador, México, Hong Kong, India, Panamá, Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, Emiratos Árabes Unidos, Italia y Turquía, algunas de las cuales han sido empresas fantasmas. Investigaciones de varios países han rastreado el dinero recibido por los tratos con Venezuela a bancos en Estados Unidos, Panamá, Malta, España, India, Israel, Italia, Reino Unido, Rusia y más.

Al principio, Saab y sus socios usaron varios países de la región para establecer bases de operaciones para sus empresas, como Colombia, Ecuador, México y Panamá. En los últimos años, a medida que sus actividades empezaron a ser investigadas, movió sus operaciones a Europa, con ayuda de su esposa, la italiana Camilla Fabri y sus familiares.

Aliados y enemigos

El hecho de que Nicolás Maduro pagara cientos de millones de dólares a Saab, en medio de la crisis económica más grave vista por el país, y continuara insistiendo en su liberación tras años preso, indica que la relación entre ambos trasciende lo comercial.

Más allá de Maduro, Saab ha establecido conexiones con múltiples funcionarios y políticos chavistas quienes frecuentemente hacían parte de sus tramas de corrupción y sobornos, como el exgobernador del estado Táchira, José Gregorio Vielma, quien fue imputado por fiscales en Estados Unidos por recibir coimas de Saab.

En Colombia, Saab entabló relaciones que lo ayudaron a llegar a las altas esferas del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. Una de las principales fue la exsenadora colombiana Piedad Córdoba, quien en varias entrevistas comentó sobre su relación con el empresario oriundo de la ciudad de Barranquilla.

Quizás uno de sus más importantes aliados ha sido su socio Alvaro Pulido, quien participó junto a Saab en la mayoría de los tratos oscuros con el gobierno venezolano, y ha sido imputado en Estados Unidos por ello. Sin embargo, Pulido fue detenido por el régimen de Maduro en abril de 2023 en medio de la purga por una multimillonaria trama de corrupción al corazón de la petrolera estatal.

En un esquema de lavado de Saab estuvo involucrado el catedrático de crimen organizado Bruce Bagley.

Perspectiva

Libre y de nuevo en Venezuela, Saab parece tener las puertas abiertas para continuar sus negocios con Maduro. Su nombramiento en un puesto gubernamental para el comercio internacional indica que ahora, de manera oficial, asumirá el rol que mantenía informalmente antes de ser capturado.

Es posible que las manchas judiciales y los conocidos señalamientos de corrupción en otros países compliquen cualquier acuerdo que Saab busque fuera del círculo de los aliados usuales de Maduro. Pero Saab aún podría encontrar comodidad en los oscuros negocios del petróleo y oro venezolano que tan bien conoce.