Durante décadas, la familia criminal Meleán fue uno de los grupos criminales más poderosos de Venezuela. Conformado por Antonio Jesús Meleán Vergel, alias “Antonito”, el clan controló grandes franjas del estado noroccidental de Zulia desde la década de 1980 hasta principios de la década de 2000. Bajo el mando de Antonito, los Meleán construyeron un perfil criminal diverso que incluía robo de automóviles, robos y extorsión a los principales negocios de Zulia.

Tras el asesinato de su patriarca en 2008, una nueva generación más violenta tomó el mando, y el grupo se involucró en violentas y costosas disputas. Durante los años siguientes, el grupo se vio en dificultades por mantener su posición en la cúspide de un hampa cada vez más fragmentada y caótica en Zulia, y gran parte de la familia abandonó Venezuela. Hoy en día, los Meleán ya no existen como un grupo armado criminal, aunque algunos miembros de la familia Meleán mantienen intereses criminales, y algunas fuentes de la región dicen que todavía pueden llevar a cabo operaciones mediante redes criminales intactas.

Historia

La familia Meleán ingresó al crimen organizado en 1976, cuando su disputa con otra prominente familia ganadera, los Semprún Cedeños, se volvió violenta, dejando al menos 15 personas muertas. los Meleán salieron victoriosos y comenzaron a forjar su imperio criminal.

Durante las siguientes dos décadas, Antonito llevó a su familia a la cima del hampa de Zulia mediante las extorsiones. Bajo su liderazgo, los Meleán comenzaron a cobrar “vacunas”, que las empresas, bajo amenaza, debían pagar para obtener protección.

A medida que la familia criminal se fue convirtiendo en uno de los grupos armados más poderosos de Zulia, atrajo cada vez más atención, lo que forzó la actuación de las fuerzas gubernamentales. A finales de la década de 2000, dichas fuerzas ya no podían ignorar a los Meleán, a pesar de que la banda se infiltraba entre la policía y compraba a los agentes.

En octubre de 2008, el asesinato del líder estudiantil Julio Soto provocó un repudio general, y el entonces alcalde de Maracaibo acusó a los Meleán de haber llevado a cabo el ataque. El alcalde instó a las autoridades a investigar a Antonito, a quien calificó públicamente de “mafioso“ y lo acusó de varios delitos tanto dentro como fuera de Zulia.

Pero menos de dos meses después, antes de que las autoridades tomaran medidas concretas, Antonito fue asesinado a tiros afuera de una peluquería.

El asesinato de Antonito fue un golpe devastador para los Meleán, especialmente porque al parecer fue una acción que provino desde dentro. El guardaespaldas y confidente de Antonito, Daniel “Danielito” Leal Prieto, supuestamente ejecutó el asesinato por orden del socio comercial de Antonito, José Luis Leal Rangel. Danielito fue arrestado y, aunque al parecer buscó protección del entonces alcalde del municipio de San Francisco, Omar Prieto, fue asesinado en su celda del Centro Penitenciario El Marite.

Aunque los Meleán sobrevivieron a la muerte de Antonito, nunca se recuperaron por completo. Después del ataque, la banda se fragmentó, y quienes permanecían leales a José Luis Leal Rangel formaron su propio grupo, los Leal, lo cual dio comienzo a una sangrienta rivalidad.

Después de la muerte de Antonito, su hijo Tirso Antonio Meleán, alias “Tirsito”, se hizo cargo de las operaciones. Bajo el mando de Tirsito, el grupo se volvió más violento e temerario, tanto que incluso usaba las redes sociales para publicitar sus asesinatos.

El mando de Tirsito coincidió con un período de agitación económica y social en Venezuela. El colapso de la industria petrolera llevó a un aumento del desempleo, por lo que el panorama criminal de Zulia se transformó dado que las bandas empezaron a reclutar más miembros y una generación más violenta tomó las riendas.

A medida que la situación en Zulia se deterioraba, los miembros de la familia Meleán comenzaron a mudarse a Colombia y a Estados Unidos. En 2018, las autoridades de Texas arrestaron a Tirsito por tráfico de armas. En 2021, fue deportado a Venezuela después de haber cumplido su condena.

Mientras Tirsito estuvo en la cárcel, su primo, Bernardino Meleán Frontado, alias “Willy”, estuvo al frente de los Meleán. Sin embargo, su reinado fue de corta duración, pues las autoridades colombianas lo mataron durante un tiroteo el 7 de noviembre de 2020.

La estructura de los Meleán se derrumbó después de la muerte de Willy, pero muchas personas en Zulia creen que la familia conserva intereses criminales y puede usar sus conexiones con otros grupos para llevar a cabo operaciones, a pesar de que ya no tiene un mando centralizado sobre miembros armados ni controla el territorio.

Mandos

Los mandos de los Meléan siempre han sido miembros de la familia. Antonio Jesús Meleán Vergel, alias “Antonito”, fue el patriarca del clan y lideró su ascenso como una organización criminal. Se ganó la reputación de “caballero mafioso”, en tanto exigía lealtad y silencio de los miembros de su organización, y actuaba con moderación.

Bajo su mando, los Meleán solo extorsionaban a las empresas y terratenientes más grandes. También se abstuvo de la violencia contra los civiles, especialmente mujeres y niños, quienes durante su mandato eran considerados intocables. Además, Antonito sirvió como mediador entre bandas, pues buscaba resolver las quejas y evitar los enfrentamientos violentos.

Después del asesinato de Antonito, en 2008, su hijo Tirsito asumió el cargo, lo que marcó el comienzo de una generación menos mesurada. Tirsito mantuvo el control del grupo hasta su arresto en 2018 en Estados Unidos, lo que llevó al breve reinado de Willy Meléan, quien tuvo un sangriento final a manos de la policía colombiana en 2020.

Hoy en día, no está claro quién controla lo que queda de las operaciones e intereses de la familia Meleán. Tirsito continúa coordinando las operaciones de la familia desde la prisión, según un exfuncionario de seguridad de alto rango con experiencia en confrontar al grupo, quien habló con InSight Crime bajo condición de anonimato.

Geografía

Es probable que los Meleán comenzaran a operar en el municipio natal de Antonito, Santa Rita, en el estado venezolano de Zulia. Sin embargo, la banda se dio a conocer públicamente mientras luchaba por el control del municipio de Colón, que se encuentra al otro lado del estado, en la costa sur del lago de Maracaibo.

A medida que la familia ganó poder, se extendió por todo Zulia, estableciendo presencia en Cabimas, Maracaibo, Miranda, La Cañada de Urdaneta y otros municipios.

Bajo el liderazgo de Willy, los Meleán intentaron incursionar en Colombia. Llevaron a cabo asesinatos e intentaron establecer operaciones criminales en los departamentos de Cundinamarca, Magdalena, La Guajira y Santander, según las autoridades venezolanas y documentos de inteligencia militar colombianos citados en medios de comunicación nacionales.

Sin embargo, no hay evidencia de que el grupo sea un actor importante en estas áreas hoy en día, lo que indica que no lograron echar raíces en dicho mercado criminal, que ya estaba saturado.

Hoy en día, los Meleán no controlan ningún territorio, pero algunas fuentes de Zulia dicen que el grupo se beneficia de la influencia continua dentro de las fuerzas de seguridad y contrata bandas locales para llevar a cabo diversas operaciones.

Aliados y enemigos

El principal rival de los Meleán fue el grupo disidente de los Leal, cuyos líderes orquestaron la muerte de Antonito antes de formar su propia banda.

Durante la década de 2010, Zulia estuvo marcada por violentos enfrentamientos entre los dos grupos. En 2013, la policía de Zulia le dijo a los medios de comunicación locales que la rivalidad Leal-Meleán era responsable de la mayoría de los homicidios del estado. Sin embargo, desde entonces ambos grupos han estado inactivos.

Actualmente, uno de los criminales más poderosos vinculado con los Meleán es Erick Alberto Parra Mendoza, alias “Yeico Masacre”, quien presuntamente trabajó como sicario de Tirsito hasta el arresto del líder de los Meleán.

Pero al parecer dicha relación se agrietó, pues los medios de comunicación colombianos informaron que Masacre intentó en vano tomar el control de la banda tras el arresto de Tirsito. En 2020, hombres armados que afirmaban ser miembros de la banda de Yeico Masacre publicaron un video en el que amenazaban a Willy y a cualquier persona asociada con él.

Perspectivas

La familia Meleán comenzó a perder gran parte de su estructura después de la muerte de Antonito. Tras el arresto o la muerte de muchos de sus descendientes, el grupo ha dejado de operar como una mafia tradicional.

Zulia, por su parte, ha sufrido drásticos cambios después del apogeo del poder de los Meleán. El panorama criminal del estado es más violento; las poderosas y ordenadas bandas del pasado se han ido, y han sido remplazadas por una gran cantidad de grupos pequeños y bastante violentos, que compiten por una tajada del mercado de las extorsiones.

Así las cosas, aunque el nombre de los Meleán sigue teniendo peso en Zulia, es poco probable que regresen por completo al agreste entorno criminal del estado.