Una noticia ha arrojado luz sobre cómo se robaron 1.449 granadas de una provisión militar en Guatemala en 2013 y fueron vendidas a organizaciones narcotraficantes; un caso que -como es común en los países de la región- apunta a las mismas fuerzas armadas.

El 12 de marzo de 2013, el coronel Oved Milton Barrios Andrade recibió la noticia de que granadas de 40 mm habían desaparecido de las instalaciones de almacenamiento de la Primera Brigada de Infantería del Comando Aéreo de la provincia de Petén en Guatemala. En una inspección que se realizó, no se encontraron señales de que se hubiera forzado la entrada, y la búsqueda que se desarrolló en las casas de los guardias del arsenal no presentó ninguna evidencia de las granadas. El robo no fue informado públicamente sino hasta septiembre de ese año.

Una fuente militar no identificada dijo a elPeriódico que estas granadas habían sido posteriormente traficadas para el Cartel de los Zetas de México y el clan de drogas “Los Huistas” de Huehuetenango.

Según elPeriódico, un informe que el coronel Barrios dio a los fiscales antidrogas reveló que funcionarios de seguridad ignoraron varias advertencias sobre el robo, así como los informes de Barrios de que el arsenal de explosivos no estaba adecuadamente protegido.

A finales de 2012, Barrios recibió información de que 1.500 cartuchos de un calibre desconocido se estaban ofreciendo para la venta por parte de personas dentro de la brigada. El jefe del comando desestimó la información y otros comandantes afirmaron que todo estaba bajo control. En febrero de 2013, nuevamente fueron rechazados los rumores sobre la venta de granadas 40mm.

Otras fuentes militares han dicho que fueron sancionadas cuando intentaron informar sobre las sospechas que se tenían con respecto al robo. Algunos afirman que el número real de granadas robadas pueden ser de hasta 6.500.

Nadie ha sido acusado formalmente y la investigación sobre el caso se estancó, informó elPeriódico.

Análisis de InSight Crime

Este caso está lejos de ser el primero en el que el ejército guatemalteco ha estado implicado en el tráfico de armas. En tres de los casos reportados en 2009, los Zetas fueron encontrados con armas -incluyendo granadas y ametralladoras- que se creyó que provenían de reservas militares. También se cree que el ejército guatemalteco es la fuente (pdf) de las granadas israelíes, austriacas y surcoreanas recuperadas en México. Un informe de 2009 de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) (pdf) de la ONU puso de relieve cómo el fracaso en la destrucción de armas viejas del ejército ayudó a contribuir al comercio.

El comercio de armas de Guatemala -que involucra tanto las armas traficadas desde Estados Unidos como los suministros que quedaron de la guerra civil del país- está estrechamente vinculado a los Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos de Seguridad (CIACS). Estos grupos de ex altos funcionarios militares y oficiales de inteligencia y fuerzas especiales, que tienen sus raíces en la guerra civil de Guatemala y que luego se involucraron en actividades del crimen organizado, son conocidos por proporcionar a los Zetas entrenamiento y armas.

VEA TAMBIÉN: Perfil de CIACS

La fuga de armas de provisiones militares es un hecho común en Latinoamérica. El ejército de El Salvador ha ocupado un lugar destacado en las investigaciones de tráfico de armas, mientras que también se han encontrado casos similares en Colombia y Honduras.