Rodrigo Londoño Echeverri, quien usaba el alias “Timochenko”, fue el tercer y último comandante de las FARC en sus más de 50 años de historia, sucesor de Pedro Antonio Marín, alias “Manuel Marulanda”, y Guillermo León Sáenz Vargas, alias “Alfonso Cano”. De los tres, Londoño tiene el pasado más enigmático.

Historia

Algunas fuentes afirman que Timochenko tiene formación como médico profesional, pero no hay evidencia de sus estudios. Es oriundo de Quindío, un departamento cafetero en el centro de Colombia, que vivió algunos de los peores momentos del período de La Violencia política en el país, el cual comenzó en 1940 y terminó poco antes del surgimiento de grupos como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a mediados de los años sesenta.

Rodrigo Londoño fue entrenado en Cuba y Rusia. Su nombre de guerra fue elegido presuntamente en honor a Semyon Timoshenko, un famoso general soviético durante la Segunda Guerra Mundial. Antes de unirse a la guerrilla, Londoño militó en la Juventud Comunista (JUCO), en la época en la que esta le hacía oposición a la administración de Alfonso López Michelsen. Tras ingresar a las FARC, su ascenso en la línea de mando se dio en algunas de las zonas de influencia de mayor importancia estratégica para el grupo. Se cree que comenzó su carrera en las FARC en el departamento de Antioquia, el cual se encontraba devastado por la violencia, para luego trasladarse a la región del Magdalena Medio en el centro de Colombia.

Luego de la VIII Conferencia de las FARC, muchos presuntos simpatizantes de la guerrilla fueron asesinados por paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y, presos por la paranoia, algunos de los comandantes locales de las FARC realizaron una violenta purga dentro de sus propias filas, hasta que Londoño intervino y tomó el control. Este mito ha alimentado su reputación como un político radical y de mano dura en comparación con los otros excomandantes de la guerrilla, Manuel Marulanda y Alfonso Cano.

En 1986 fue llamado a unirse al Secretariado de las FARC, unidad de mando conformada por siete líderes del grupo. Un año después, la dirección de la guerrilla nombró a Londoño como el primer jefe del Bloque Oriental, pero sería Jorge Briceño, alias “Mono Jojoy” quien empezaría a tener peso militar después del asalto a la base militar de Girasol, el 8 de enero de 1991, en Mesetas (Meta). En 1994, después de la VIII Conferencia de las FARC, fue nombrado comandante del Bloque Magdalena Medio, que se cree era una de las divisiones guerrilleras más difíciles de comandar. En noviembre de 2011 asumió el liderazgo del grupo, tras la muerte del entonces comandante, Alfonso Cano.

Al interior de la guerrilla, Londoño era conocido por sus habilidades militares, y aunque tenía experiencia en la gestión de contactos internacionales en Venezuela, durante su comandancia confió esta labor a Luciano Marín, alias “Iván Márquez”, el último jefe del Frente Internacional de las FARC, dadas sus habilidades diplomáticas y a nivel internacional. Este también contaba con experiencia como jefe guerrillero de inteligencia y contrainteligencia, algo que necesitaba para mantenerse enterado de lo que sucedía en su círculo más cercano.

Bajo el mando de Rodrigo Londoño, las FARC tomaron la decisión de iniciar oficialmente las negociaciones de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos, que comenzaron en Cuba el 4 de septiembre de 2012; en realidad, esta fue la continuación del acercamiento que había realizado Alfonso Cano antes de haber sido dado de baja. Tras dos años exploratorios y cuatro de negociación, el 24 de noviembre de 2016 se firmó el Acuerdo de Paz en el que se pactó la desmovilización de la guerrilla y su transformación en el partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).

En septiembre de 2017, Londoño fue elegido presidente del nuevo partido político FARC, y poco tiempo después anunció su candidatura para la presidencia de la nación. Debido a que Londoño presentó serios problemas cardíacos, en marzo de 2018 la Fuerza Alternativa renunció a la campaña presidencial y Londoño continuó con su proceso de recuperación.

Actividades criminales

Rodrigo Londoño tenía circular roja de Interpol y más de cien órdenes de captura. Entre otros delitos, se le acusa de haber participado en el secuestro del exgobernador del Meta, Alan Jara, en 2001; de la toma de Mitú, capital del departamento de Vichada, en 1998, y de la explosión en el Club El Nogal en Bogotá en 2003. Antes de la firma de los Acuerdos de Paz, el Departamento de Estado de Estados Unidos ofrecía una recompensa de hasta cinco millones de dólares por información que condujera a su captura, para que respondiera por cargos de tráfico de drogas, así las FARC afirmaran que su participación en el narcotráfico se limitaba a cobrar impuestos a los cocaleros. Con la firma de los Acuerdos de Paz se levantaron las órdenes de captura en su contra en Colombia.

Geografía

Como comandante del Bloque Oriental de las FARC, Londoño tuvo una gran influencia en la región de los Llanos Orientales, así como en Cundinamarca, Boyacá y algunas zonas de la Amazonía colombiana. Posteriormente, estuvo al frente del Bloque Magdalena Medio y se cree que después se trasladó a la zona noreste de Colombia, a lo largo de la frontera con Venezuela y la Serranía del Perijá. Esta región se ha vuelto importante para los guerrilleros durante los últimos 15 años, por el narcotráfico y por la aparición en Venezuela de elementos que han servido como socios en actividades criminales e insurgentes.

Aliados y enemigos

Históricamente, entre los principales enemigos de los líderes de las FARC, como Rodrigo Londoño, se encuentran elementos de extrema derecha de las élites políticas de Colombia, algunos de los cuales han tenido vínculos con grupos paramilitares. No obstante, al interior del grupo guerrillero también se han presentado desacuerdos y divisiones. Cuando Londoño asumió el liderazgo de las FARC, se evidenció una división interna en el alto mando de la guerrilla, pues Iván Márquez también era un candidato con fuertes posibilidades de asumir el mando. Aunque el relevo de mandos de las FARC se había resuelto desde hacía mucho tiempo mediante un mecanismo de relevos, la sucesión de Alfonso Cano implicó un desafío especial para la comandancia.

Con el éxito de los operativos militares en contra de los cabecillas del grupo, empezaron a depender cada vez más de mandos jóvenes, pero había que reafirmar la necesidad de continuar con la línea de mando. En ese orden de ideas, Londoño le ganó a Iván Marquez para asumir la comandancia de las FARC por su antigüedad en las filas guerrilleras.

Esta división fue más evidente en la transición del grupo hacia un partido político, pues en las votaciones para la dirección nacional Márquez superó a Rodrigo Londoño, y actualmente lidera una línea más crítica sobre la implementación de los Acuerdos de Paz. Actualmente, la toma de decisiones dentro de la Fuerza Alternativa es un proceso mucho más democrático y eso resulta favorable para Márquez. En la actualidad, se puede afirmar que existen dos grandes bloques dentro del liderazgo del grupo: uno de tendencia más dogmática, liderado por Londoño, y otro más pragmático y con un mayor riesgo de criminalización, compuesto por Márquez y otros integrantes.

Cuando Márquez retomó las armas en agosto de 2019, al lado de numerosos líderes de las ex-FARC Mafia, Timochenko se libró de la amenaza más radical a su poder dentro del partido. Sin embargo, en enero de 2020, las autoridades detuvieron a dos hombres cerca de la residencia de Timochenko, quienes presuntamente tenían el encargo de asesinarlo. Aunque inicialmente se atribuyó el intento de asesinato a
Hernán Darío Velásquez Saldarriaga, alias “El Paisa”, pesan serias dudas sobre quién estaría detrás del atentado. Sin importar quién haya sido, esto demuestra que Timochenko y, por extensión, el partido FARC puede ser considerado una amenaza por parte de algunos de sus antiguos aliados.

Perspectivas

Luego de liderar el grupo guerrillero más importante del continente, orquestando múltiples actos de violencia, extorsionando y participando en el comercio de drogas, Rodrigo Londoño fue el principal artífice de los Acuerdos de Paz que abrieron la posibilidad de participación política mediante la creación de un partido político, el 1 de noviembre de 2017.

Actualmente, Londoño lidera el nuevo partido político y vela por la implementación de los acuerdos, pero esta no ha sido una tarea fácil debido a las divisiones al interior del partido y a todos los obstáculos que ha enfrentado el proceso de paz.

Un fallido intento de asesinato en enero de 2020 muestra que el resentimiento hacia Timochenko por haber firmado el acuerdo de paz puede seguir siendo una herida abierta.

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