En su larga y turbulenta historia, el Cartel de Juárez ha sido responsable del tráfico de toneladas de narcóticos desde México a Estados Unidos, y la intensa rivalidad del grupo con el Cartel de Sinaloa contribuyó a convertir a Juárez en uno de los lugares más violentos del mundo.

Historia

El Cartel de Juárez es una de las organizaciones criminales más antiguas y poderosas de México. Desde sus inicios, el grupo se ha centrado en el narcotráfico, pero se ha expandido a otras actividades criminales, como la trata de personas, el secuestro, el microtráfico y la extorsión. Con sede en Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua al norte de México, el Cartel de Juárez también es conocido como la Organización Vicente Carrillo Fuentes (OVCF), en honor a su líder.

Los orígenes del Cartel de Juárez datan de la década de 1980, cuando Ciudad Juárez estaba bajo el control de Rafael Aguilar Guajardo. Este trabajaba muy de cerca con el Cartel de Guadalajara, y luego de la captura de su líder, Miguel Ángel Félix Gallardo, recibió el control de Juárez. En circunstancias misteriosas, Aguilar Guajardo resultó asesinado en Cancún en 1993. Su lugarteniente Amado Carrillo Fuentes, alias “El Señor de los Cielos”, no demoró en asumir el control.

La organización creció exponencialmente bajo el mando de Carrillo Fuentes. Más inclinado a la negociación que a la guerra, Carrillo Fuentes reconstruyó y amplió la antigua red de Félix Gallardo. Con el tiempo llegó a controlar al menos la mitad de todo el tráfico mexicano e incluso extendió sus operaciones a Centro y Suramérica, incluidos Chile y Argentina. El alias de Carrillo, “El Señor de los Cielos”, describe acertadamente su método: mediante el uso del tráfico comercial y de mensajería, el Cartel de Juárez movió miles de toneladas de cocaína de Colombia a México por vía aérea. Desde México, la droga era transportada a Estados Unidos por tierra. Carrillo Fuentes amplió su alcance mediante la creación de sus propias redes de distribución en Estados Unidos. Murió repentinamente en 1997 mientras se realizaba una cirugía plástica, pero dejó un cartel bien estructurado, y un vacío al frente.

Los hermanos de Amado, Vicente y Rodolfo, se hicieron cargo del cartel, pero rápidamente surgió una guerra por el poder. Después de algunas disputas internas, los dos hermanos y su sobrino, Vicente Carrillo Leyva, establecieron una línea de mando firme. En 2002, se aliaron con Juan José Esparragoza Moreno, alias “El Azul”, un exmiembro de la policía federal judicial mexicana; Ismael Zambada, alias “El Mayo”; los hermanos Beltrán Leyva y Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”.

Las autoridades los llamaron “La Federación”, pero la alianza duró poco. Después de que Rodolfo matara a dos socios de Guzmán por no pagarle por el uso del corredor de Juárez, Guzmán reunió a sus aliados y dictó sin más la sentencia de muerte contra Rodolfo, alias “El Niño de Oro”. Frente a ese dilema, los aliados de Guzmán se fueron con él. Rodolfo fue asesinado con su esposa cuando salían de una sala de cine en septiembre de 2004. El hermano de Guzmán, Arturo, fue asesinado pocos meses después. La guerra comenzó y México aún no se recupera.

El Cartel de Juárez tiene operaciones bien establecidas de transporte, almacenamiento y seguridad en todo el país. Está además en capacidad de cooptar a las autoridades locales y estatales, en especial a la policía judicial o ministerial (detectives) y a las fuerzas municipales. Durante mucho tiempo ha cobrado un impuesto por dejar que otros grupos usen sus “plazas” o corredores para el tráfico de drogas, depende de alianzas para operar a lo largo y ancho del país.

Pero el nuevo modus operandi en el país, que usa ejércitos más sofisticados para controlar grandes porciones de territorio, ha dificultado la competencia de este grupo. Aunque sus dos agrupaciones principales, La Línea y Los Aztecas son formidables, les ha resultado difícil seguirles el paso a sus competidores que trabajan para el Cartel de Sinaloa. La Línea, que impone la ley del cartel en las cales, ha sido especialmente golpeada.

Ciudad Juárez registró una baja en los homicidios en 2011, con una caída de los homicidios a su punto más bajo en dos años durante el mes de mayo, algo que algunos atribuyen al menor poder de La Línea. Es posible que ese brazo armado, al igual que otros narcotraficantes pasando por un mal momento, hayan hecho una alianza con Los Zetas. Sin embargo, algunos analistas plantean que el que va en declive es el Cartel Juárez, y La Línea el que va en ascenso.

El Cartel de Juárez también creó Los Linces, un grupo integrado por unos 80 desertores de las Fuerzas Especiales del Ejército, quienes se encargan de proteger a los miembros del cartel y los cargamentos de drogas.

En la actualidad, el Cartel de Juárez sigue enfrentando a grupos rivales en su fortín tradicional de los alrededores de Ciudad Juárez. Solo en 2018 se cometieron más de 1.200 homicidios en esa zona, un récord, pues desde 2011 no se registraban más de 1.000 homicidios en la ciudad. En ese año, los carteles de Juárez y Sinaloa se enfrentaron en una guerra sin cuartel por el control de la estratégica ciudad fronteriza.

La actual violencia puede estar motivada por las facciones disidentes del Cartel de Juárez, al igual que por bandas callejeras locales que esos grupos usan como brazos armados para asegurar el territorio para el microtráfico en las calles y para el tráfico de cargamentos más grandes al otro lado de la frontera.

En noviembre de 2019, se vinculó a la facción La Línea del Cartel de Juárez con la brutal masacre de nueve ciudadanos con doble ciudadanía estadounidense y mexicana de una comunidad mormona transfronteriza. Las muertes llamaron la atención sobre esos llamados “pequeños ejércitos”, o grupos como La Línea que surgieron como contratistas de seguridad para los carteles dominantes de México, y han surgido para tener una participación central en el control territorial para grupos más grandes.

Liderazgo

En los últimos años, el Cartel Juárez se ha fragmentado en facciones disidentes menores como La Línea, quienes parecen tener más de una función en el control del territorio que anteriormente tenía el grupo.

Luis Carlos Vázquez Barragán, alias “El 20”, estaba al mando de la facción y presuntamente recibía órdenes directas de Carrillo Fuentes antes de su muerte, para ayudar al Cartel de Juárez mover grandes cargamentos de drogas al otro lado de la frontera entre Estados Unidos y México, y en la planeación de asesinatos selectivos. Pero las autoridades mexicanas lo capturaron en Chihuahua en 2010.

Desde entonces, no es muy claro quién ostenta el mando en las filas de La Línea.

Geografía

En la cima de su poder, el cartel operaba en casi 21 estados de México, y sus principales zonas de influencia incluían Sinaloa, Durango, Jalisco, Coahuila, Zacatecas, Michoacán, Colima, Nayarit, Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Chiapas, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Puebla, Morelos y Ciudad de México.

El cartel mantiene un control indisputado en Ciudad Juárez y el Valle de Juárez, que sigue siendo el corredor clave para el transporte de drogas hacia Estados Unidos. Todavía tiene algún control sobre la policía local y estatal, y sobre algunos políticos. Ha cooptado a las bandas delincuenciales locales para convertirlos en su brazo armado, lo que cambió la dinámica de la zona y aumentó la confrontación violenta con sus rivales.

El tráfico de drogas se realiza mediante el establecimiento de dos frentes importantes en ambos lados de la frontera. La Línea y Los Linces controlan el transporte hasta la frontera de México con Estados Unidos, y la otra pandilla, Los Aztecas, maneja la operación del lado de Estados Unidos, con operaciones en El Paso, Dallas y Austin.

Aliados y enemigos

En sus zonas de influencia, el Cartel de Juárez se vale de pandillas locales como asesinos a sueldo, cambiando la dinámica en dichas áreas y creando violentas confrontaciones con sus rivales.

Para hacerle frente a su rival, el Cartel de Sinaloa, se alió con sus antiguos rivales de la Organización Beltrán Leyva (OBL) y Los Zetas. También ha tratado de establecer más contacto directo con los proveedores de drogas en Colombia, principalmente con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Más recientemente, se ha vuelto a desatar una sangrienta guerra en el estado limítrofe de Chihuahua entre los carteles de Juárez y Sinaloa, posiblemente por el control de rutas claves de tráfico hacia Estados Unidos. Un grupo vinculado al Cartel de Sinaloa, conocido como Los Salazar, que opera en el estado de Sonora, y la facción del Cartel de Juárez, conocida como La Línea, con operaciones en el estado de Chihuahua comenzaron a enfrentarse fuertemente en los últimos años.

Otro grupo que surgió hace poco para desafiar el control del Cartel de Juárez a lo largo de la frontera es el Nuevo Cartel de Juárez. El grupo supuestamente se alió con el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para ayudarlos a entrar a la zona. Dicho esto, la facción La Línea del Cartel de Juárez y Los Salazar, del Cartel de Sinaloa, parecen tener mucha más influencia que los rivales recién llegados.

Perspectivas

A pesar de los informes recientes sobre su declive, el Cartel de Juárez sigue siendo una de las organizaciones criminales más poderosas de México y la región. Células pequeñas realizan diferentes tipos de operaciones que van desde el transporte hasta la distribución de drogas. Pandillas delincuenciales, principalmente en el norte, actúan como su brazo armado y están involucradas en crimenes como la trata de personas y el secuestro.

Pese a eso, el Cartel de Juárez es actualmente la sombra de lo que alguna vez fue. La fragmentación ha acosado al grupo en los últimos años, y parece que las facciones armadas desarrolladas con fines de seguridad ahora tienen más influencia en las regiones fronterizas bajo el control del grupo.

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