El gobierno venezolano ha admitido que se abstiene deliberadamente de publicar las cifras sobre criminalidad al público, mientras que le pide a los medios de comunicación cooperar en “mejorar la percepción de seguridad” en uno de los países más violentos del mundo.

En entrevista con el diario El Nacional de Caracas, se le preguntó al Ministro del Interior Miguel Rodríguez por qué no se habían publicado las estadísticas de homicidios, secuestros y otros delitos. El ministro respondió que él había recomendado al Presidente Nicolás Maduro que esta política debería cambiar –pero al parecer sólo porque hay buenas noticias para informar–.

“(…) le dije es que en algún momento había que empezar a dar las cifras, pues éstas son favorables, son favorables a lo que queremos. Los homicidios han reducido 5%”, dijo el Ministro. El mes pasado afirmó que habían bajado un 61 por ciento.

Rodríguez dijo que había pedido a los medios de comunicación cooperar en parar las diatribas políticas sobre la inseguridad ciudadana. “Cuando los medios se sienten conmigo y me digan que van a ser sinceros, que vamos a trabajar entre todos en pro de la seguridad, podremos hablar claro”, dijo.

El ministro también respondió a las críticas del recientemente implementado Plan Patria Segura, en la que las fuerzas armadas están siendo desplegadas en las calles para combatir el crimen. “No hay militarización aquí”, dijo. “Aquí no hay ninguna militarización. La FANB [Fuerza Armada Nacional Bolivariana] se la pasa haciendo reuniones con los consejos comunales. Tú le dices a la gente de El Valle que vas a recoger el Ejército y se amotina porque quiere a sus Fuerzas Armadas.”

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Análisis de InSight Crime

En 2005, el gobierno venezolano dejó de publicar semanalmente las cifras sobre criminalidad y desde entonces ha sido casi imposible obtener datos precisos. Lo único consistente sobre las cifras de homicidios en los últimos años ha sido que siempre han diferido ampliamente según las diferentes fuentes.

Según el Observatorio Venezolano de Violencia, una respetada ONG con sede en Caracas, las tasas de homicidios se han más que triplicado en una década. Según las cifras de la ONU, se han duplicado. A finales de abril, las cifras publicadas por el CICPC, una agencia de la policía nacional, indican que los homicidios alcanzaron un nuevo récord en los primeros cuatro meses de 2013, con un promedio de 58 asesinatos diarios. Unas semanas antes, el predecesor de Rodríguez, el entonces Ministro de Interior Néstor Reveral, había presentado cifras contradictorias que afirmaban que la media era en realidad 38 homicidios diarios, un ejemplo de cómo la información sobre la inseguridad ha sido sesgada. No era la primera vez que las cifras del CICPC superaban con creces las del gobierno.

Los comentarios de Rodríguez sugieren que mantener las cifras de criminalidad fuera del ojo público ha sido parte de la estrategia del chavismo, ya que ha tenido problemas para hacer frente a los graves niveles de violencia. Dado que los principales motores de la violencia incluyen la corrupción rampante en las fuerzas de seguridad y un sistema judicial deficiente, seriamente debilitado por la politización, es fácil entender por qué el Estado no ha visto en la honestidad la mejor política.

Sin embargo, el analista David Smilde dijo a InSight Crime que ofrecer datos públicos simplemente no era parte de la cultura militar del gobierno de Venezuela. “Hay muy poca tradición de transparencia o el derecho del pueblo a saber”, dijo Smilde. “El Ejército asume que es la columna vertebral moral del país, y Rodríguez es un militar. Desde su perspectiva, la única razón para publicar información es si respalda lo que se está haciendo. El Gobierno asume que tiene derecho a revelar o no la información, dependiendo de si es lo mejor para el país, o no”.

Normalmente, para Venezuela el tema de la inseguridad es algo muy politizado. La oposición ha tratado de mantenerlo en lo más alto de la agenda, y algunos estudios han encontrado que el público percibe que los niveles de criminalidad son mayores de lo que realmente son, posiblemente como consecuencia de esto. La lucha contra esa percepción de inseguridad ha sido una parte clave de la estrategia del gobierno, tanto como hacer frente a la violencia en sí.

“El gobierno dice que los medios de comunicación están utilizando la inseguridad ciudadana como herramienta política, resaltando que son dañinos para el gobierno, y eso es realmente cierto”, dijo Smilde. “Sin embargo, eso no significa que los medios de comunicación estén mintiendo acerca de la inseguridad. Como muchas cosas en Venezuela, ambas partes tienen la razón. Hay un gran problema con la inseguridad y ha sido el punto débil del gobierno de Chávez. La oposición se ha aprovechado de eso”.

Mientras tanto, las cifras oficiales sobre la reducción de la criminalidad se han convertido en una farsa. “En un año dado, si se suma el porcentaje de reducción de la delincuencia que dice el gobierno, el resultado sería cero criminalidad al final del año”, dijo Smilde. “Pero es difícil contradecirlo, ya que nunca es claro a lo que en realidad se están refiriendo. Ellos dan cifras muy etéreas.”

Una serie de iniciativas de seguridad se llevaron a cabo bajo Chávez sin mucho éxito, pese a que un esfuerzo constante de reforma policial ha hecho algunos avances importantes. Maduro está tratando de poner en práctica una nueva iniciativa, el Plan Patria Segura, en la que los soldados patrullan las calles junto con la policía. Rodríguez anunció con orgullo que el crimen ha disminuido un 53 por ciento un mes después de haber implementado el plan.