Una región costera al este de Guatemala, conocida por ser un corredor de cocaína, ha tomado notoriedad por haberse convertido en una ruta ilegal para el tráfico de jade, una piedra preciosa de alto valor que está en auge en China. Las operaciones de extracción y transporte ilícitas presuntamente fueron facilitadas por autoridades y políticos de alto nivel, de acuerdo con investigaciones del Ministerio Público.

El 1 de octubre, la policía guatemalteca incautó un contenedor con 10 toneladas de jade sin procesar que había sido extraído cerca de Morales, una de las ciudades más importantes de Izabal, departamento costero al este del país. Los policías arrestaron a cuatro tripulantes del camión en el que viajaba el mineral, según reportó Prensa Libre.

El decomiso fue el resultado de una investigación del Ministerio Público (MP), que surgió a partir de la denuncia, a principios de año, de una ciudadana estadounidense que comercializaba jade en la colonial Antigua Guatemala, una de las principales plazas turísticas del país.

A partir de ahí, la fiscalía investigó a una decena de personas en Izabal, entre ellos a dos ciudadanos chinos que poseen tierras allí y en cuyas fincas ha habido extracción de jade en bruto, según confirmaron investigadores que hablaron con InSight Crime bajo condición de anonimato.

Los fiscales afirmaron que el jade incautado debía exportarse como cargamento de serpentina, una especie de residuo de piedra común que se utiliza para la construcción. Esta es una técnica de tráfico muy común, en la que se factura metales y piedras preciosas sin refinar como minerales de inferior valor que no están sujetos a grandes restricciones a la exportación.

Las sospechas de los fiscales apuntan a una red de influencias políticas que estarían facilitando toda la operación, pues los traficantes necesitaban eludir los controles mineros y ambientales antes de que el jade saliera por el puerto Santo Tomás de Castilla, en la costa Caribe de Izabal.

InSight Crime tuvo acceso a una serie de audios en los que se oye al gobernador de Izabal, Erick Bosbelí Martínez Reyes, refiriéndose a la extracción de jade. 

En uno de los audios, el gobernador pregunta a otro hombre si alguien pudo tomar alguna “foto cuando hacemos las operaciones”. Esta podría ser una referencia a la extracción ilegal,  según un investigador que conoce el caso. Este agente, que habló con InSight Crime con la condición de que se mantuviera su anonimato por razones de seguridad, brindó el contexto de lo dicho en las grabaciones.

(Grabación de Bosbelí Martínez, hablando de “las operaciones”)

En una de las grabaciones, el gobernador pide que se esconda “la maquinaria”, pues está preocupado. También menciona que hablará con funcionarios de Ciudad de Guatemala para impedir que molesten a sus cómplices.

(Grabación de Bosbelí Martínez, hablando de “la maquinaria”)

En otro audio, cuando se habla de una locación donde hay jade, cerca de la población de Maderos, Bosbelí Martínez comenta que “si hay material es otro dinero aparte el que se gana”.

(Grabación de Bosbelí Martínez, hablando del “material”)

Bosbelí Martínez, quien fue designado gobernador por el presidente saliente Jimmy Morales, también menciona una eventual reunión entre ciudadanos asiáticos y el presidente Morales.

(Grabación de Bosbelí Martínez, hablando sobre una reunión con el presidente Jimmy Morales)

El Ministerio Público, sin embargo, ha afirmado que, actualmente, el gobernador no está siendo investigado. A su vez, este ha negado tener relación con el caso y sostiene que las acusaciones hacen parte de una campaña para desacreditarlo por sus esfuerzos en la lucha contra el crimen en el departamento. “Esos audios son para incriminarme, puedo estar hablando de cualquier cosa”, declaró al diario Soy502.

Una agente del MP asignada al caso dijo a Soy502 que el operativo de octubre fue posible solo porque no se involucró a funcionarios locales. “No podemos confiar en nadie”, aseguró al periódico Aura López, fiscal de delitos contra el ambiente. “Regularmente cuentan con el apoyo de autoridades locales. Hemos optado por apoyarnos con personal de otros lugares para evitar fugas de información”, agregó López.

Al menos dos funcionarios públicos que trabajan en agencias estatales de investigación en Izabal dijeron a InSight Crime que clanes tradicionales de narcotráfico en el departamento, como Los Mendoza y Los Lorenzana, también han incursionado en este negocio.

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Durante los operativos, las autoridades decomisaron al menos cuatro máquinas retroexcavadoras, las cuales los extractores utilizan para explorar la tierra donde son localizadas las vetas de jade. En al menos una ocasión, los dueños de la maquinaria la habían retirado tras avisos de funcionarios locales, de acuerdo con la investigación.

Análisis de InSight Crime

La región costera al este de Guatemala ha sido históricamente un corredor de cocaína, gracias a sus rutas de alto tráfico, los puertos vecinos y autoridades y políticos locales corruptos que facilitan el tráfico.

En ese caso se cambió la cocaína por otro botín de valor: el jade. La jadeíta pura, el mineral confiscado en Izabal, es la forma más preciosa del jade. Este tipo de gema solo se encuentra en cuatro lugares del mundo: Birmania, California (Estados Unidos), Japón y en las sierras de Guatemala.

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Un investigador del Ministerio Público dijo a InSight Crime en Ciudad de Guatemala que todo el cargamento decomisado en octubre estaba valorado en 77 millones de quetzales (unos US$10 millones). Esto implica que cada tonelada de jadeíta en bruto cuesta alrededor de US$1 millón, según la policía guatemalteca.

En los últimos años, China ha impulsado la demanda de esta gema, considerada por tradición un símbolo de riqueza y buena fortuna. Según un artículo del New York Times publicado en 2010, una onza de jade se vendía por US$3.000, más que el oro. La fiebre del jade, sin embargo, también ha suscitado una extracción ilegal masiva en el vecino país de Birmania, donde se extrae la piedra a toda velocidad en condiciones de alto riesgo y luego se pasa de manera clandestina al otro lado de la frontera.

Las informaciones de tráfico de jade en Guatemala son pocas, pero la cantidad de piedras decomisadas en Morales indica que las autoridades desmontaron una operación importante. Además de la extracción del jade, el contrabando de la gema fuera del país requería cerca de 400.000 quetzales (aproximadamente US$52.000), en sobornos al mes a cada uno de los presuntos cómplices. Esto implicaría que los sobornos a autoridades y funcionarios públicos sumarían US$208.000.

Es de notar que la extracción de jade ocurrió en Izabal, uno de los departamentos que el gobierno guatemalteco mantuvo militarizado y en estado de sitio desde octubre pasado, tras los asesinatos de tres soldados. El ejército ha realizado varios operativos en ese estado con el pretexto de impedir las operaciones de narcotráfico.

El surgimiento del tráfico a gran escala en Izabal es una muestra de que los grupos del crimen organizado en la región tienen la capacidad y los recursos para responder a casi cualquier demanda.