El ELN está involucrado en todo tipo de economías criminales a lo largo de la frontera entre Colombia y Venezuela, pero su papel continuo en facilitar el contrabando de ganado puede ser uno de los más ignorados.

Operaciones de la Fiscalía y la Policía de Colombia realizadas este año contra el contrabando de ganado evidencian el papel determinante que cumple el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en esta economía criminal entre Arauca, Colombia y Apure en Venezuela.

A principios de este mes, una red de contrabandistas fue desmantelada después de supuestamente comprar ganado del ELN en Venezuela, trasladarlos a través de la frontera, masacrarlos en la capital colombiana, Bogotá, y vender la carne en todo el país, según un comunicado de la Fiscalía General de Colombia.

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Ganaderos en Apure también denunciaron la participación de la guerrilla en esta actividad a finales de septiembre. “De rey de la ganadería y de la soberanía alimentaria nacional, Apure pasó a ser el rey del contrabando de extracción ganadera por cuenta de la guerrilla colombiana”, dijo Chara Melgarejo, director regional de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga) en entrevista con Crónica Uno. Como consecuencia, la producción legal de ganado de Apure había disminuido en un 50 por ciento desde la década de 1990, según cálculos de Melgarejo.

Fedenaga estima que alrededor de 700.000 vacas al año son introducidas de contrabando, ya sea vivas o como carne, a Colombia.

«Desde el 2000, la guerrilla y el precio muy bajo de la carne y el queso han convertido el contrabando en el mejor negocio del mundo», explicó Melgarejo.

En 2018, la Policía Fiscal y Aduanera de Colombia (POLFA) denunció que el ELN cobraba 200.000 pesos (US$66) por cada cabeza de ganado que cruzaba desde Venezuela. El año siguiente se contabilizaron 24 pasos informales por donde eran transportados los animales a pie desde Apure.

Análisis de InSight Crime

El tráfico de ganado sirve como un recordatorio importante de la gama de ingresos criminales que ha disfrutado el grupo, especialmente en la frontera.

En Apure, la cadena del contrabando de ganado inicia con el abigeato, robo de los animales en las fincas productoras a cargo de bandas locales. Luego estas reses son transportadas a la frontera. InSight Crime ha recogido testimonios de ganaderos y una autoridad local en Apure, que prefieren omitir sus nombres por cuestiones de seguridad, y que confirman la participación de la guerrilla en esta lucrativa economía criminal.

“Esa vaina [contrabando] se dio con una asociación en primer lugar, en donde ya no era el cuatrero común [contrabandista], sino que degeneró en un hampa organizada que después se alió con funcionarios de seguridad del Estado, y que después avanza mucho más con la alianza con los irregulares de Colombia”, le dijo un ganadero que prefiere resguardar su identidad a InSight Crime.

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Al norte de la frontera, en el estado Zulia, que limita con los departamentos de Norte de Santander y La Guajira en Colombia, varios ganaderos que hablaron con InSight Crime en condición de anonimato, confirmaron la participación del ELN en el negocio.

“Estos grupos al margen de la ley prestan un servicio de custodia y permiten el traslado de animales por las trochas que están bajo su control, a cambio de comisiones económicas y en algunas ocasiones reciben animales por la prestación de esos servicios”, le dijo un ganadero a InSight Crime.

Los cuerpos de seguridad y autoridades locales también se ven comprometidas. “Todos los cuerpos de seguridad que tienen presencia en la zona fronteriza reciben sobornos a cambio de permitir el traslado de animales”, afirmó un ganadero en Machiques, municipio fronterizo en Zulia.

Recientemente las relaciones comerciales entre Colombia y Venezuela se reestablecieron y aunque la medida puede tener un impacto sobre el contrabando, los ganaderos son escépticos.

“No creemos que la reapertura de la frontera tenga un impacto directo en el contrabando, más bien el impacto sería dependiendo el diferencial del precio entre las dos partes,” le dijo Gerardo Socorro, presidente de la asociación de ganaderos de Las Piedras, un poblado en Machiques.