Después de un decomiso de armas desensambladas halladas en vehículos exportados de Estados Unidos a Chile, un fiscal alertó que el país suramericano —que no es un foco común de armas— había presentado un repunte en el tráfico de armas por medio de su puerto en el norte.

El decomiso se realizó en el puerto de Iquique, en Chile, donde los agentes de aduanas descubrieron 30 fusiles AM-15 desarmados en vehículos que habían sido exportados desde Estados Unidos. El paso por un escáner de rayos X reveló las partes de los rifles dispersas dentro de compartimientos falsos en la parte inferior, según un comunicado emitido por la Fiscalía General el 31 de julio.

Según el medio informativo Bío Bío Chile, los vehículos se embarcaron desde Nueva York, luego pasaron por Panamá antes de llegar al puerto de Iquique.

Este fue el segundo decomiso de armas ocultas en vehículos procedentes de Estados Unidos. A comienzos de julio, varios agentes de la Autoridad Portuaria de San José en Paraguay descubrieron cinco fusiles AK-47 y una pistola 9 mm desembalados en una camioneta Nissan. El contenedor de embarque que llevaba las armas ilícitas había pasado por el puerto de Iquique antes de ser descubierto por las autoridades paraguayas.

Julio Fernández, jefe de la Autoridad Portuaria de San José, declaró que las autoridades conocían la identidad del traficante de armas y estaban trabajando para hacer las capturas e incautar el mayor número posible de armas ilegales.

Como parte de la investigación, Paraguay notificó a Chile sobre el modus operandi del traficante y sobre el uso del puerto de Iquique. Esta pista llevó al decomiso de los fusiles por parte de las autoridades aduaneras.

Análisis de InSight Crime

Aunque por lo general las armas provenientes de Estados Unidos ingresan a los países suramericanos ocultas en otros cargamentos, esta red exhibió cierta sofisticación a la que solo pueden acceder traficantes con mucha experiencia, al ocultar los rifles en la carrocería de los vehículos.

Esto es motivo de preocupación para los funcionarios chilenos.

El fiscal de Tarapacá, Raúl Arancibia, declaró que ese nuevo decomiso no era un caso aislado. Hizo notar que varias organizaciones criminales han estado aprovechando la zona franca industrial de Chile, sus puertos y su ubicación fronteriza para “llegar a otros destinos o bien para llegar con mayor facilidad a nuestro país con armas de este calibre”.

Paola Apablaza, fiscal jefe de la Unidad de Análisis Criminal y Focos Investigativos de Tarapacá, apuntó que «se hace muy fácil utilizar redes legales de comercio para sacar armas en forma ilegal, las que pueden tener como destino países vecinos que tienen serios problemas en materia de criminalidad organizada y cada vez más contacto con las bandas que operan en el norte del país”.

Se han denunciado otros dos casos de tráfico de armas hacia Chile. El primero ocurrió en mayo de 2018, cuando se confiscaron dos paquetes enviados por el sistema internacional de correo en el aeropuerto internacional de Santiago. Los paquetes llevaban ocultas cuatro pistolas automáticas, cartuchos y municiones. Como resultado de esto fueron arrestadas nueve personas acusadas de tráfico de armas de Miami a Chile.

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El segundo caso se presentó en octubre de 2019, cuando las Aduanas de Iquique hicieron el mayor decomiso de armas ilegales de su historia. Un contenedor de embarque procedente de Miami llevaba miles de rondas de municiones, más de 24 kilos de pólvora, cientos de cartuchos y máquinas para la manufactura y calibración de balas y armamento.

Este tipo de armamento de grueso calibre se vende generalmente a las poderosas pandillas carcelarias de Brasil, el Comando Rojo (Comando Vermelho, CV) y el Primer Comando de la Capital (Primeiro Comando da Capital, PCC). En 2019, Argentina desarticuló una red de tráfico de armas que recibió miles de armas desde Estados Unidos y Europa para grupos de pandillas en Brasil y Paraguay.