Una cadena de homicidios en Puerto Rico, algunos a plena luz del día, han conmocionado a los residentes y han llamado la atención sobre el debilitamiento de las fuerzas de orden público en la isla, cuya importancia crece como centro de cargamento de drogas.

Douglas Leff, el agente especial a cargo de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de Puerto Rico, declaró a la prensa local la semana pasada que la isla enfrenta una “crisis de seguridad”, y que ha solicitado más personal y recursos de Estados Unidos continentales.

Sus comentarios se dan luego de que se registraran dos docenas de homicidios durante los diez primeros días de 2019, según reportaje de Univisión. Estos incluyeron un tiroteo en la mañana en la zona turística de Isla Verde, que dejó un muerto y un herido. El tiroteo quedó registrado en video, donde pueden oírse varios intercambios de disparos.

En otro episodio, las cámaras de seguridad de una estación de gasolina captaron un pistolero con máscara de esquí, que se acercó a un vehículo blanco y disparó en la ventana, asesinando al conductor. Y el cantante de hip hop Kevin Fret fue abaleado cuando iba en su motocicleta en San Juan.

Con una población de apenas 3 millones de habitantes, Puerto Rico tiene una tasa de homicidios casi cuatro veces mayor que la de la parte continental de Estados Unidos, con cerca de 20 por 100.000 personas, similar a la de Chicago. Los registros muestran 641 personas muertas de manera violenta en la isla el año pasado.

VEA TAMBIÉN: InDepth Cobertura sobre Homicidios

Leff, el delegado del FBI, señaló que la inteligencia del organismo indica que las pandillas fueron los principales responsables de los asesinatos a la luz del día. Cuando se le preguntó si Puerto Rico se convertiría en un narcoestado, respondió que aunque el FBI no clasifica a Puerto Rico como tal, hay “hechos que debemos enfrentar porque atizan los temores de la gente cuando ocurren”, según El Vocero.

Jennifer González, comisionada residente de la isla y miembro sin voto del Congreso, también envió una carta a los Departamentos de Justicia y Seguridad Interior de Estados Unidos, en la que solicitaba más recursos de policía.

Señaló que las “pésimas condiciones de seguridad” han empeorado con “altos índices de ausentismo” en el cuerpo de policía de la isla. Citó la tasa de esclarecimiento, o crímenes resueltos, de la policía en 23 por ciento, una cifra “escandalosamente baja”.

Análisis de InSight Crime

Con la sobrecarga de trabajo de las autoridades locales puertorriqueñas 16 meses después del paso del huracán María, la isla está vulnerable a la explotación de las pandillas y organizaciones criminales transnacionales, que cada vez usan más la isla como paso intermedio para los cargamentos de drogas.

Los agentes de la DEA afirman que los narcóticos son la causa de cerca del 60 por ciento de los homicidios en la isla.

Protección de Fronteras y Aduanas de Estados Unidos ha hecho una serie de redadas antidrogas marítimas de gran volumen en los dos últimos años en Puerto Rico. Los decomisos de cocaína anteriores incluyen varios entre 500 y 700 kilogramos. En marzo de 2017, cayó una lancha rápida con 1,6 toneladas de cocaína avaluadas en US$48 millones.

“Traficantes con residencia en República Dominicana por lo general dirigen sus cargamentos de drogas a Puerto Rico, donde se dividen en unidades pequeñas y se envían directamente al Noreste, principalmente por medio del sistema postal estadounidense, el servicio de envío de encomiendas y servicios de mensajería en vuelos comerciales”, afirma un informe de inteligencia de la DEA.

Evidencia adicional de la prevalencia del narcotráfico en la isla se conoció por revelaciones de que su mayor aeropuerto internacional era usado por dos pandillas al menos para transportar cocaína a la parte continental de Estados Unidos. Inspectores de equipaje de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA), empleados de seguridad privada, personal de aerolíneas e incluso empleados de restaurantes resultaron implicados en una asociación para contrabandear cocaína en aviones con destino a ciudades como Nueva York y Miami.

En 2017, en Puerto Rico o sus alrededores se incautaron unas 66.000 libras de narcóticos, más que en cualquier otro año hasta la fecha, según González, quien también solicitó un informe oficial sobre narcotráfico en la región.

VEA TAMBIÉN:  Noticias y perfil del Caribe

Al tiempo que la violencia y el narcotráfico se recrudecen en la isla, miles de agentes se han dado de baja del cuerpo de policía de Puerto Rico, por los bajos salarios y las pocas prestaciones. Unos 4.000 agentes, casi una cuarta parte de la institución, han salido en los últimos cinco años, según el Centro de Periodismo Investigativo. El huracán María no hizo más que acelerar este proceso, empujando a los policías, cuyas familias sufrían los efectos de la devastación, al territorio continental.

Las prolongadas secuelas del huracán han abierto fallas de seguridad que favorecen a los grupos del crimen organizado.

En su carta a los agentes de seguridad, González destacó un Balance de amenazas de narcotráfico de alta intensidad en Puerto Rico e Islas Vírgenes de 2019 (2019 Puerto Rico/US Virgin Islands High Intensity Drug Trafficking Area Threat Assessment), donde se afirmaba que los huracanes habían “afectado gravemente las capacidades operativas de los organismos de orden público locales y federales”.