El ejército guerrillero desmovilizado de Colombia, las FARC, finalmente reveló su lista oficial de activos —por valor de cientos de millones de dólares— pero el fiscal general del país ya arremetió contra el “inútil” inventario, que puede representar un valor muy inferior a las verdaderas riquezas de los exguerrilleros.

La organización guerrillera desmovilizada, Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ha declarado bienes por cerca de US$332 millones, que incluyen rubros como propiedad raíz, cabezas de ganado, oro e incluso electrodomésticos.

Luego de que las FARC publicaran un resumen de sus activos, la revista Semana puso en línea una versión al parecer filtrada del inventario completo. Las FARC habían entregado el inventario al gobierno con el ánimo de convertir esos bienes en fondos para las víctimas del país, luego del desarme oficial del grupo guerrillero, a comienzos de este mes.

Bienes declarados por las FARC

 Vea aquí una versión de Datawrapper del inventario resumido.

Pero, el inventario desató indignación por su aparente falta de diligencia, así como por la inclusión de artículos de uso cotidiano de escaso valor, como escobas, exprimidores de jugo, pocillos y talco. (La lista completa revela que junto a los enseres domésticos tan ridiculizados, las FARC incluyeron equipos costosos, como equipos odontológicos y herramientas industriales). Eso llevó al fiscal general de Colombia Néstor Humberto Martínez a escribir una carta de desdén al gobierno.

Este es el primero de una serie de artículos que InSight Crime publicará sobre los bienes de las FARC y las economías criminales en los próximos días.

Gran parte de los bienes en la lista de las FARC, equivalente a casi la mitad de su patrimonio, carece de matrícula inmobiliaria, “lo que lo hace francamente inútil e improcedente” para el inventario, escribió Martínez. Como no puede identificarse legalmente el dueño de estas propiedades, la Fiscalía General ha determinado que “por ahora, no hay inmuebles de las FARC que escapen a la acción real de extinción” por parte de las autoridades.

En el inventario, las FARC también “aceptaron como suyos” activos que los fiscales pueden haber descubierto en sus investigaciones sobre el grupo guerrillero, sin identificación precisa de estos. Las autoridades ya comenzaron a efectuar la extinción de dominio de activos de las FARC por un valor cercano a los US$580 millones de dólares, según afirma en su carta.

Además, la lista incluye artículos y servicios que no pueden liquidarse, y que fueron rechazados por el fiscal general Martínez. Esto incluye servicios médicos brindados por la guerrilla, como primeros auxilios y cirugías; su armamento, el cual o será destruido o se convertirá en monumentos conmemorativos; y miles de kilómetros de vías que las FARC supuestamente construyeron.

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Un comunicado emitido por el secretariado de las FARC el 25 de agosto ofreció una respuesta a la crítica de Martínez, donde atribuía la ambigüedad de los títulos de propiedad a la ausencia histórica del estado en las zonas rurales y aducía que el grupo guerrillero perdió también mucha información durante el conflicto armado para ofrecer una lista verdaderamente exhaustiva de los bienes.

La carta adjunta del grupo a las Naciones Unidas, que recibieron la primera versión del inventario, puso de relieve las limitaciones de tiempo en las que se realizó, y ofreció la posibilidad de proporcionar todos los detalles necesarios para localizar las propiedades a más largo plazo.

El miembro del secretariado de las FARC Pastor Alape también comentó que el dinero de las FARC “apenas representa una contribución modesta a la reparación material” de las víctimas. “El estado es el responsable de la atención de las víctimas. Ningún estado puede eludir sus deberes, y no puede delegar esa función a las personas”.

¿Todo el dinero está ahí?

Aunque los guerrilleros han defendido por mucho tiempo su afirmación de que “las FARC no tienen dinero” más de 50 años de lucrativas actividades criminales y pruebas de una amplia actividad de lavado de activos indica que su patrimonio es mucho mayor de lo que han admitido.

Con base en cálculos realizados por InSight Crime entre 2015-2016, antes del desarme oficial de las FARC, las potenciales ganancias anuales de la guerrilla, derivadas de sus actividades ilegales pueden haber llegado a US$580 millones, en su mayoría por las actividades con narcóticos y minería ilegal. Y estimativos publicados por The Economist en 2016 indicaban que los activos totales de las FARC podían superar los US$11 mil millones.

Hay evidencia de que gran parte del patrimonio de las FARC se mantiene oculto. En primer lugar, las autoridades colombianas ya han identificado o puesto bajo la figura de extinción de dominio activos ligados a las FARC por un valor muy superior al declarado por las FARC, como propiedades urbanas y ganado que por sí solos superan los inventariados.

Y aunque las FARC alegan que gran parte de sus ganancias se destina a la financiación de la lucha, incluyendo las armas, la calidad y actualidad del armamento entregado a la ONU puso en evidencia lo sustancial de su riqueza, según un funcionario de alto rango de las Naciones Unidas, citado por Semana.

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Sin embargo, aunque muchos frentes sin duda se beneficiaron de las actividades criminales, lo más probable es que muchos mandos medios nunca declararan esa riqueza ni la entregaran al secretariado de las FARC, y en lugar de eso prefirieran quedársela. Esta es una de las razones que podría explicar porqué el inventario oficial de las FARC es más exiguo que su riqueza real —mucha parte del cual no se puso en conocimiento de los altos mandos, o sigue en manos de los comandantes que desertaron del proceso de paz. Sin duda, el desglose frente por frente de los bienes de la guerrilla reveló que decenas de millones de dólares en activos parecen haber sido secuestrados por poderosos grupos disidentes en el este de Colombia. (en los próximos días InSight Crime publicará un análisis sobre este inventario detallado).

Quizás lo más importante es que gran parte, si no la mayoría del dinero de los excombatientes es blanqueado por un número desconocido de testaferros —ciudadanos legales que pueden no tener vínculo aparente con las FARC— que podrían ayudar al grupo a mantener activos indetectados. Además, fuentes de la Fiscalía General informaron a InSight Crime que la mayor parte de la riqueza de la organización se mantiene oculta en activos en el exterior. El inventario al parecer no incluye activos ni cuentas bancarias en otros países.

A fin de cuentas, es probable que miembros de las FARC de todos los niveles hayan mantenido activos clandestinos como red de protección para seguir adelante, como medio de financiamiento para su movimiento político o para mantener una posición segura en ciertas economías criminales.

El problema con el inventario de las FARC

La estrategia de las FARC de incluir en su inventario activos descubiertos por los fiscales, sin identificación precisa no tiene muchas posibilidades de funcionar. Sin embargo, esto indica que las FARC están en problemas y, si se les impusiera, podría no coincidir con la lista verificada de activos del fiscal general. Esta es una de las formas más sencillas que tienen las autoridades de despojar a la guerrilla de los beneficios de la justicia transicional, que incluye sentencias máximas de ocho años para los crímenes más graves cometidos en el marco del conflicto.

La judicialización de los exguerrilleros como delincuentes comunes puede dar satisfacción a los opositores del proceso de paz; algunos creen que el fiscal general se cuenta entre ellos. Pero también podría ser un paso demasiado lejos para muchos de los excombatientes que tienen poca fe en el proceso, quienes con mucha facilidad podrían regresar a su estilo de vida y ganancias anteriores, si se vislumbra la amenaza del tiempo en prisión.

Sin embargo, algunos temores en torno a cómo se utilizarán los activos de las FARC se disiparon con un decreto presidencial del 24 de agosto, donde se afirmaba que todas las ganancias se destinarán exclusivamente a las víctimas del país. Esto debería eliminar la posibilidad de que se empleen ganancias para financiar los programas de reinserción de las FARC o su actividad política, lo que habría dado a los exguerrilleros algo de control en la administración de sus bienes, y se vio como una posibilidad de lavar su dinero ilegal.

Además, la propuesta del fiscal general de que la totalidad de los bienes inmuebles de las FARC aún corren el riesgo de quedar bajo la figura de extinción de dominio plantea la pregunta de si esas ganancias llegarán a manos de las víctimas del país. Cualquier activo extinto técnicamente pasa por el sistema de justicia ordinaria, y no por el sistema de justicia transicional, aunque algunos funcionarios del gobierno han indicado que aún puede usarse para la reparación de las víctimas.

Este es el primero de una serie de artículos que InSight Crime publicará sobre los bienes de las FARC y las economías criminales en los próximos días.