Los decomisos de cocaína en Puerto Rico han estado al alza desde el año pasado. Las autoridades se lo atribuyen a que los flujos de droga se han reactivado desde que empezó el confinamiento y que los traficantes están buscando nuevas rutas para mover su producto.

El 17 de abril, la Guardia Costera de Puerto Rico encontró un cargamento de alrededor de 400 kilogramos de cocaína en una lancha que transitaba cerca de las costas de Aguadilla, informó El Nuevo Día.

Esta es solo la más reciente operación en la que se decomisaron grandes cantidades de esta droga. De hecho, las autoridades puertorriqueñas han advertido que hasta finales de marzo de este año, las ocupaciones de cargamentos de cocaína habían aumentado en la mitad con respecto a las del año pasado, y se espera que sigan creciendo.

A principios de abril, por ejemplo, la policía realizó el mayor decomiso de cocaína que haya ocurrido en la isla, según la agencia de noticias Associated Press. El comisionado de la Policía puertorriqueña, Antonio López, dijo que se habían decomisado 2,4 toneladas, con un valor de US$50 millones. López explicó que la operación se realizó cerca de las costas del pueblo suroriental de Yabucoa, donde la droga estaba siendo transportada en lanchas rápidas.

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Un mes antes, la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP por sus iniciales en inglés) reportó la incautación de casi dos toneladas de cocaína en ese mismo pueblo. Durante esa operación fueron detenidos un ciudadano venezolano y un dominicano.

Según el monitoreo de prensa de InSight Crime, en lo que va del año se han decomisado alrededor de 6 toneladas de cocaína en las costas de la isla caribeña. El año pasado, las autoridades reportaron el decomiso de más de 15,6 toneladas, una de las cifras más altas hasta ahora, según datos de la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD).

En su más reciente Evaluación Nacional sobre la Amenaza de Drogas, la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus iniciales en inglés) mencionó que Puerto Rico es utilizado como punto de paso por grupos narcotraficantes dominicanos, colombianos y venezolanos, así como por el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

La isla es un territorio estratégico para el trasiego de drogas a Estados Unidos, debido a su estatus como territorio de este país. Una vez que los cargamentos ingresan a Puerto Rico, son transportados con mayor facilidad hacia la parte continental estadounidense, ya que los nacionales de ese país pueden transitar libremente y no tienen que pasar por controles aduaneros.

Análisis de InSight Crime

Las autoridades de Puerto Rico afirman que el reciente aumento de incautaciones está relacionado con la reactivación de flujos de droga luego de varios meses de confinamiento por la pandemia del Covid-19 y a la exploración de nuevas rutas.

“[Debido al confinamiento], los narcotraficantes tuvieron sus dificultades para mover la mercancía. La consecuencia pudo haber sido que se les acumuló y están buscando formas de introducir la droga”, dijo a El Nuevo Día la teniente Felícita Coreano, directora de las Fuerzas Unidas de Rápida Acción (FURA) de Puerto Rico.

Según la DEA, la cocaína llega a Puerto Rico casi en su totalidad por vía marítima. Los cargamentos son enviados por lanchas rápidas y buques de pesca desde Colombia y Venezuela. Estas embarcaciones suelen hacer una parada en la República Dominicana, donde se acopia la droga y las redes criminales de este país se encargan de llevarla a otros destinos, entre ellos Puerto Rico. 

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No obstante, en su último informe, la DEA advirtió que podría existir una nueva ruta de lanchas rápidas que va directamente de Venezuela a Puerto Rico, sin parar en la República Dominicana. Esto también podría estar relacionado a una mayor detección de cargamentos grandes en las costas puertorriqueñas.

“[Los narcotraficantes] están buscando expandir y buscar nuevas rutas de envío”, afirmó Habib Massari, director del Negociado de Drogas de Puerto Rico, a El Nuevo Día. 

Las investigaciones realizadas por InSight Crime en el Caribe apuntan a que en Puerto Rico tienen presencia varias redes criminales que se dedican a ofrecer servicios de logística para grupos transnacionales, sobre todo a los narcotraficantes dominicanos.

Los grupos dominicanos se encargan de coordinar que los cargamentos de droga sigan su curso desde Puerto Rico hacia Estados Unidos ­–sobre todo al noreste de este país– a través de contenedores, servicios de mensajeríaaviones privados y “mulas”.

Además del tráfico de cocaína, la CBP ha reportado que durante la pandemia aumentaron los flujos de tráfico y trata de personas entre Puerto Rico y la República Dominicana.