La gigante tabacalera de Estados Unidos cerró sus dos fábricas en Colombia debido en parte a las ventas ilegales de cigarrillos, lo que pone en evidencia un aumento en la oferta de cigarrillos de contrabando.

Coltabaco, subsidiaria de la multinacional Phillip Morris International, anunció en un comunicado de prensa con fecha del 5 de junio el cierre de sus fábricas de cigarrillos en Colombia, una medida que eliminó unos 800 empleos en Medellín y Barranquilla. La medida también afecta a los productores colombianos de tabaco, aunque la empresa informó que respetará los contratos con los productores y les dará un estipendio que ayude en la transición a otros cultivos, según un comunicado de la empresa. La compañía compraba cerca del 50 por ciento de la producción de tabaco del país.

En Colombia, es reciente el aumento en los cigarrillos de contrabando. En 2018, los cigarrillos ilegales representaban 25 por ciento del mercado, casi el doble que en 2016. Un reciente incremento del impuesto a los cigarrillos ha dificultado que los fabricantes legales compitan en precio, según un reciente estudio de un gremio colombiano. Una cajetilla de cigarrillos de contrabando puede comprarse por 2.740 pesos colombianos, menos de US$1, que es casi la mitad del precio de una cajetilla legal.

El negocio ilegal de cigarrillos le cuesta a Colombia unos US$144 millones en impuestos. Los cigarrillos de contrabando son más comunes en regiones rurales de bajos ingresos, donde casi la mitad de las cajetillas que se venden provienen del mercado negro.

Análisis de InSight Crime

El mercado de cigarrillos ilegales en Colombia se concentra en departamentos del noreste del país, cerca de la frontera entre Venezuela y Colombia, importante ruta de tránsito para todo tipo de contrabando.

Más del 75 por ciento de los cigarrillos vendidos en los departamentos de La Guajira, Cesar y Magdalena son de contrabando, según el estudio de una asociación gremial. Alrededor del 80 por ciento de los cigarrillos ilegales se distribuyen por medio de pequeñas tiendas de barrio. La Guajira es también una zona crítica para el contrabando de gasolina.

No se conoce con exactitud si hay un grupo criminal detrás del aumento en el contrabando de cigarrillos en Colombia, pero es en esta región donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) usaban el contrabando de cigarrillos para blanquear ingresos del narcotráfico.

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El contrabando de cigarrillos no es un problema exclusivo de Colombia, sino que se extiende por toda Latinoamérica. Ciudad del Este, en Paraguay, ciudad cercana a la Triple Frontera, de Paraguay, Brasil y Argentina, ha sido tradicionalmente un refugio para los contrabandistas que trafican con cigarrillos. Panamá y Belice son centros de contrabando de cigarrillos en Centroamérica. Y en México hay un masivo tráfico de cigarrillos de contrabando, del que se lucran incluso importantes grupos criminales.