El presidente estadounidense Donald Trump recurre a la campaña retórica de su administración contra la MS13 como una manera de buscar respaldo a leyes migratorias más severas y mayor control policial en la frontera, pero es muy probable que la estrategia obstruya, en lugar de favorecer, los intentos de hacer frente a la pandilla.

El 23 de mayo, el presidente Trump viajó a Long Island, Nueva York, para hablar de las políticas migratorias y lo que llama “la amenaza de la MS13” durante un foro en el condado de Nassau, poblado de Bethpage.

Entre los panelistas congregados por el congresista republicano Peter King (R-NY) había representantes del congreso, agentes federales y de la policía local y familiares de algunas de las víctimas de la MS13 en la localidad, todos ellos partidarios de la decisión tomada por la administración Trump de responder a los casos de violencia de la MS13 con una ofensiva contra la inmigración.

Durante el evento, Trump afirmó que los pandilleros de la MS13 en Estados Unidos han “violado nuestras fronteras y transformado nuestros barrios en campos de muerte manchados de sangre”, y han “explotado vacíos legales obvios” para “entrar al país como menores no acompañados”.

Trump reiteró sus opiniones frecuentes de que Estados Unidos tiene las “peores leyes de inmigración de cualquier país del mundo” y acusó a los demócratas del congreso estadounidense de negarse a “cerrar esas brechas jurídicas” que permiten que pandilleros de la MS13 “se infiltren en nuestra comunidades”. Una hoja informativa de la Casa Blanca, expedida justo antes del evento se refería a esos mismos “vacíos jurídicos fatales”.

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El fiscal general adjunto interino John Cronan y el encargado interino de control de aduanas e inmigración (ICE) Thomas Homan resaltaron el respaldo estadounidense a las medidas de orden público contra la MS13 en Honduras, El Salvador y Guatemala como una forma de detener a los pandilleros “antes de que crucen nuestra frontera”.

Sin embargo, Trump amenazó una vez más con recortar la ayuda a estos países, porque “no están tratando de parar esto”.

La visita de Trump a Long Island, la segunda vez desde su posesión, sigue a una mesa redonda realizada la semana pasada en California sobre las llamadas “ciudades refugio”, a las que él y el fiscal general Jeff Sessions han culpado de facilitar la expansión de la MS13. Durante el encuentro, Trump se refirió a los inmigrantes indocumentados que ingresan al país, usando el apelativo de “animales”, lo que desató una respuesta encendida de los medios. Sin embargo, la administración Trump insistió en sus comentarios, con un comunicado de prensa emitido por la Casa Blanca, donde se tilda de “animales” a los pandilleros de la MS13 en diez ocasiones.

Trump recibió un fuerte aplauso en el evento de Long Island cuando exclamó: “Me topé con la censura. Dijeron que ‘ellos son gente’. No son gente, son animales”.

Análisis de InSight Crime

La continua amalgama que hace Trump de actividad de la MS13 e inmigración a Estados Unidos crea una imagen errónea de la pandilla, que lleva a la administración a adoptar políticas ineficaces, las cuales, en algunos casos, interfieren directamente con estrategias que sí podrían funcionar.

Como InSight Crime informó ampliamente en su investigación de varios años sobre la MS13, “la administración Trump ha usado la MS13 como el coco, para apoyar su política de búsqueda y deportación de más migrantes indocumentados”. Sin embargo, no existe evidencia aparte de casos aislados que respalde la teoría de que los niños inmigrantes sin acompañante (UAC) tengan una conexión general con la MS13.

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En lugar de detener las actividades de la MS13, los llamados de la administración Trump a tomar medidas drásticas contra las comunidades inmigrantes podrían obstruir las investigaciones. El año pasado, jefes de policía de tres condados estadounidenses distintos afectados por la MS13, declararon que las políticas de Trump podrían entorpecer las medidas contra la pandilla al destruir la confianza de la comunidad y desmotivar a los habitantes de brindar información a las autoridades. De hecho, algunas personas que han cooperado con las autoridades contra la MS13, han sido incluidas en procesos de deportación pese a eso.

El representante Thomas Suozzi (D-NY), cuya jurisdicción cubre Bethpage, no fue invitado al foro del 23 de mayo, pero reforzó esos temores en comentarios entregados a Newsday.

Suozzi instó a Trump a “ser más claro al invitar a ciudadanos respetuosos de la ley, sean documentados o indocumentados, a presentarse a la policía con información”, porque “una vigilancia comunitaria efectiva es esencial” para “erradicar a los malos”.