El cuestionado gobernador del estado de Tamaulipas, en la frontera norte de México, presenta las oportunas capturas de los responsables de una macabra masacre ocurrida en junio, pero persisten dudas sobre los verdaderos responsables de los asesinatos.

“Los gobiernos federal, estatal y municipal debemos enviar un mensaje claro de que no hay ni habrá impunidad ante quienes cometen hechos delictivos o de violencia”, anunció el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, el 28 junio.

Pero no hay claridad en lo que viene. Los comentarios del gobernador ocurrieron poco más de una semana después de que pistoleros armados atacaran y asesinaran a 19 personas el 19 de junio en Reynosa, ciudad fronteriza en la frontera entre México y Estados Unidos, en el estado de Tamaulipas. Ahora las autoridades detuvieron a 13 presuntos autores intelectuales y materiales del crimen, incluido un “criminal de alto perfil”, a quien el gobernador Cabeza de Vaca había señalado de “prioridad” para la fiscalía.

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Un hombre, conocido como “La Vaca”, fue identificado por las autoridades como presunto jefe del Cartel del Golfo en Río Bravo, población fronteriza de Tamaulipas con Estados Unidos. En 2019, se ofreció una recompensa de dos millones de pesos mexicanos (cerca de US$100.000) por información que condujera a su captura.

Pero ese no fue el único arresto. En la semana que pasó después de los asesinatos, las fuerzas de seguridad han detenido a otras 25 personas, liberado a 119 víctimas de secuestro y confiscado armas y narcóticos, según el gobernador.

Esas acciones fueron lideradas por el  controvertido Grupo de Operaciones Especiales (GOPES), que reporta sus actividades directamente al gobernador. Algunos integrantes de ese escuadrón fueron vinculados a la brutal masacre de 19 personas en enero de 2021 cerca de la frontera entre México y Estados Unidos.

Análisis de InSight Crime

El gobernador buscó mostrar la respuesta inmediata de su estado frente a la masacre en Reynosa, pero dejó muchas preguntas sin respuesta en un estado con mala fama por sus altos índices de impunidad.

En primer lugar, existen dudas reales de que el GOPES inspire la confianza necesaria para liderar una respuesta tan sensible e importante. Algunos de sus agentes —que han recibido adiestramiento en Estados Unidos— han sido acusados de todo tipo de abusos, desde tortura y desaparición de civiles, secuestro de familias enteras y presunta entrega de detenidos a grupos criminales de Tamaulipas.

La controversia también rodea las detenciones conectadas con la masacre de Reynosa. Parientes de dos de los detenidos alegan que sus parientes fueron realmente víctimas de secuestro —abducidos meses antes de la masacre— y que fueron golpeados e incriminados falsamente del crimen por el GOPES.

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“Que lo hicieron disparar [un arma]. Que le pusieron las manos en el volante porque supuestamente él traía el carro […] En la cara le habían puesto una bolsa”, declaró a El Universal la hermana de uno de los detenidos, que fue testigo de su detención. El fiscal general del estado de Tamaulipas, Irving Barrios, declaró al periódico que revisará los cargos.

Más allá de estas graves denuncias, ni el GOPES ni ninguna otra división de los sistemas de seguridad y justicia del estado de Tamaulipas tiene un historial de procesamiento exitoso de delitos. La tasa de impunidad estatal se mantuvo en un 96 por ciento en 2019, cuando tuvo un descenso marginal desde 99.9 por ciento el año anterior, según un informe de 2020 del centro de pensamiento México Evalúa.

Finalmente, las capturas se presentaron en un momento en que el gobernador Cabeza de Vaca se defiende de acusaciones que lo señalan de tener vínculos con el crimen organizado. Pocos días después de la masacre, los diputados reformaron la constitución del estado para preservar la inmunidad del gobernador y blindarlo de procesos federales por presunta participación en crimen organizado, lavado de dinero y evasión fiscal.

Desde 2016, Cabeza de Vaca enfrenta acusaciones de nexos con el Cartel del Golfo, el mismo grupo conectado con la masacre de Reynosa.