César Emilio Peralta, alias “El Abusador”, es un narcotraficante dominicano. Al frente de su propia red, Peralta pasó de ser un pequeño distribuidor en los 90 a convertirse en uno de los traficantes de cocaína más importantes del Caribe para mediados de la década de 2010, como el enlace entre los proveedores suramericanos y distribuidores en Puerto Rico y Estados Unidos continental.

Con fuertes conexiones políticas, entre quienes presuntamente se incluía el presidente dominicano Danilo Medina (2012–2020), la red de Peralta también llegó a participar en tráfico de heroína, trata de personas y lavado de dinero. Fue capturado en diciembre de 2019 en Cartagena, Colombia, luego de llamar la atención de las autoridades estadounidenses y enfrenta la extradición a Estados Unidos. (

Historia

César Peralta se inició como pequeño expendedor de drogas en su país en los años 90 —la evidencia rastrea su participación al menos desde 1997—. Comenzó su carrera en las organizaciones de los importantes narcos dominicanos Rolando Florián Féliz; Pascual Cordero Martínez, alias “El Chino”; Manuel Mesa Beltré, alias “El Gringo”; y Quirino Paulino Castillo.

Durante este periodo, que se extendió hasta 2013 inclusive, las autoridades dominicanas seguían considerándolo un “pequeño distribuidor”, que trabajaba para otros traficantes. Pero se cree que ya contaba con protección política: pues fue detenido por cargos relacionados con drogas en 2001, 2007 y 2008, pero cada vez fue excarcelado rápidamente. La captura de 2008 tenía relación con un cargamento de 258 kilogramos de cocaína, incautado en Peravia, República Dominicana.

Tras la captura de varios de sus jefes hacia 2015, Peralta finalmente ascendió para convertirse en uno de los principales traficantes del Caribe.

Fue el momento oportuno: el dominio que por décadas habían tenido las rutas de narcóticos del Pacífico hacia Estados Unidos estaba decayendo y, para la década de 2010, la ruta del Caribe había ganado nueva importancia. Justo cuando Peralta llegaba a su posición de liderazgo, República Dominicana se convertían en centro clave de los flujos de narcóticos con destino a Estados Unidos.

Luego de tomar el control de los contactos de sus jefes, la red de Peralta comenzó a recibir cargamentos de cocaína y heroína colombianas desde Venezuela, la cual enviaba luego a Puerto Rico y otros lugares de Estados Unidos.

Para 2017, Peralta estaba presuntamente transportando 20 kilos a la semana de República Dominicana hasta Puerto Rico en avión, y moviendo volúmenes desconocidos hacia Miami por vía marítima.

Este éxito, sin embargo, no tardó en ponerlo en el radar de las autoridades estadounidenses. Así fue como, el 11 de abril de 2019, Peralta fue imputado por la Corte de Distrito del Sur de La Florida en Estados Unidos. El 20 de agosto de 2019, también fue designado líder de una organización narcotraficante internacional por parte del Departamento estadounidense del Tesoro bajo la Ley Kingpin (Ley de Capos).

El mismo día, 700 soldados, policías y fiscales fueron movilizados por República Dominicana, lo que llevó a las capturas de tres lugartenientes suyos. Se cree que el mismo Peralta huyó a Colombia ese mes, donde fue arrestado en Cartagena en diciembre de 2019.

Actualmente se encuentra en prisión en Bogotá. Según su abogado, pronto será extraditado a Puerto Rico.

Actividades criminales

La organización de Peralta parece haber estado conformada por un reducido núcleo jerárquico dentro de una red difusa. La organización participaba en tres actividades criminales principales: narcotráfico, lavado de dinero y trata de personas.

En lo que respecta al narcotráfico, este tenía que ver principalmente con el trasiego de cocaína y heroína colombianas desde Colombia y Venezuela hasta República Dominicana y de allí a Puerto Rico y Estados Unidos continental. Entre 2008 y 2017 Peralta presuntamente traficó al menos 1.120 kilos de cocaína hacia Puerto Rico y Estados Unidos, aunque muchos creen que la cantidad traficada bien pudo haber sido mucho mayor.

En lo que respecta al lavado de dinero, Peralta usó testaferros para controlar un diverso portafolio de negocios, propiedad raíz y objetos de lujo mediante los cuales lavaba el dinero de la droga. La operación llegó a ser lo bastante extensa para que su organización creara una división dedicada al lavado de activos, que consistía en por lo menos 23 familiares y cómplices que “movían” alrededor de US$60 millones, según documentos del Ministerio Público dominicano a los que tuvo acceso InSight Crime.

Peralta también trabajaba con una red diferente de lavado de dinero, que supuestamente blanqueó más de US$260 millones entre 2017 y 2020.

Las operaciones de lavado de dinero luego llevaron a la organización de Peralta a dirigir o cooperar con una red de trata de personas, que llevaba a mujeres de Colombia y Venezuela a República Dominicana a trabajar en varios grandes clubes nocturnos que usaban para lavar el dinero. Según el periódico Listín Diario, que citaba las palabras de un alto agente de la policía de Cartagena, las autoridades colombianas creen que Peralta también había tenido operaciones de explotación de mujeres en Colombia.

Un apoyo a la participación de Peralta en estas economías criminales era la corrupción: su organización incluía a varios exmilitares y presuntamente compró al menos a un político dominicano. En una llamada telefónica interceptada, Peralta también afirmó que había aportado millones de dólares a la campaña electoral del presidente Danilo Medina (2012-2020). Medina admitió haber recibido contribuciones de Peralta para su campaña, pero alegó que no sabía que el dinero provenía del narcotráfico.

Geografía

Tanto Peralta como su organización estaban asentados en Santo Domingo, República Dominicana. De hecho, aparte de mover narcóticos desde Suramérica hasta Puerto Rico y Estados Unidos continental, la red de Peralta era activa en la distribución al por mayor en toda República Dominicana.

También se dice que ha usado otras islas del Caribe para sus operaciones, como Antigua, Barbados y Sint Maarten, aun cuando sigue sin aclararse si su red tenía presencia permanente en esos lugares.

Peralta se mudó a Colombia después de que empezó a intensificarse la presión de las autoridades en 2019, y se cree que allí residió por tres meses: primero en Barranquilla y luego en Cartagena, antes de su arresto en diciembre de 2019.

Aliados y enemigos

Como muchos otros narcotraficantes dominicanos, la red de César Peralta operaba independientemente de cualquier gran grupo criminal transnacional, y dependía de un pequeño círculo de asociados y contratistas para traficar los estupefacientes y lavar el dinero, mientras favorecía la cooperación con potenciales competidores en lugar de la violencia.

Como tal tenía muchos más socios de negocios que aliados o enemigos en sí. 

En su país, mantenía relaciones con muchos de los narcotraficantes reconocidos del país, como Antonio del Rosario Puente, jefe del Cartel del Este, grupo narcotraficante asentado en la parte este de República Dominicana, y con Sergio Gómez Díaz, traficante asociado con vínculos con el Cartel del Norte del Valle de Colombia.

En Venezuela, desde donde Peralta recibía sus cargamentos de narcóticos, se ha vinculado a Peralta con intermediarios con fuertes lazos con diferentes élites políticas. Un ejemplo es el empresario venezolano Francisco Enrique Flores Suárez, cuyo yate se encontró en República Dominicana con 52 kilos de cocaína, que se cree pertenecían a Peralta. Flores Suárez tiene diferentes nexos con José Luis Parada, exdirector de PDVSA, la empresa estatal de gas y petróleo.

En Colombia, según las autoridades nacionales, Peralta estuvo en cierto punto conectado con Los Urabeños, así como con Los Curicheros, una organización posiblemente extinta en la actualidad, que se encontraba en La Guajira. Pero se cree que la colaboración entre Peralta y Los Urabeños se deterioró y, antes de su arresto en Bocagrande, Cartagena, en diciembre de 2019, Peralta y su secuaces habían estado ocultándose de las autoridades y de los sicarios de Los Urabeños en Barranquilla.

Prospectos

Los prospectos personales de César Peralta son pocos. Es muy probable que la protección en las altas esferas haya sido la clave para que pudiera operar en el tráfico de cocaína por décadas. Pero dado que las autoridades estadounidenses lo designaron narco importante en el marco de la Ley Kingpin, sus padrinos políticos se apresurarán a cortar todo nexo con él.

Entretanto, el caso judicial contra 23 personas acusadas de blanquear ganancias de la droga para Peralta, entre ellas su esposa, avanza en República Dominicana, y muchos traficantes vinculados a Peralta han sido extraditados a Estados Unidos. Según su abogado, este pronto será extraditado a Puerto Rico, pero cuando eso suceda es extremadamente plausible que las autoridades estadounidenses presionen para que sea extraditado a Estados Unidos.

En cuanto a sus rutas, contratistas y contactos, sin embargo, es muy probable que otros traficantes entren a llenar el vacío de poder y reanudar las operaciones en República Dominicana, tal como él lo hizo en su momento.