La captura de un integrante de 18 años de la familia Cantero, que lidera el grupo criminal Los Monos en Rosario, Argentina, ha llamado la atención sobre la influencia generacional que la pandilla tiene en la ciudad, la cual podría registrar un indeseable récord en los homicidios.

Dylan Cantero fue capturado por las autoridades policiales en Rosario el 26 de septiembre, mientras intentaba huir por el techo de su casa durante un allanamiento por parte de múltiples fuerzas de seguridad, según indicaron medios locales con información de voceros del operativo. Otros 13 presuntos miembros de Los Monos también fueron arrestados como parte de otras 80 redadas que se llevaron a cabo de manera paralela en toda la ciudad.

Dylan, el miembro más joven de la familia criminal Cantero, proviene de una extensa línea de operadores que lideran la organización de narcotráfico más sangrienta de Argentina. Ariel Máximo Cantero, alias “El Viejo”, inició la organización que administra el contrabando de marihuana a través de la frontera con Paraguay desde fines de la década de 1990. 

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La captura de Dylan ocurre en un momento en el que Rosario podría superar su tasa récord de homicidios. En lo que va del año, la ciudad ha registrado 221 asesinatos, según el diario argentino La Nación. Si los asesinatos siguen aumentando al ritmo actual, el número de homicidios del año superará los 262 que se registraron en 2013, su año récord. Los Monos, y sus actividades de tráfico de drogas, se consideran parte fundamental de dicho aumento.

Análisis de InSight Crime

La captura de un miembro joven de la familia que lidera Los Monos subraya la astuta insistencia de la pandilla en mantener su control sobre Rosario.

La violencia ejercida contra pandillas rivales, funcionarios judiciales e incluso pandilleros traidores, es la herramienta favorita de la familia Cantero para mantener su control sobre el hampa de Rosario.

En la ciudad existen otros grupos criminales, como el Clan Alvarado, principal rival de Los Monos. Pero, históricamente, estos últimos han sido el grupo criminal dominante en la ciudad, y han demostrado una sólida capacidad de adaptación —y de respuesta— cuando se enfrentan a rivales o autoridades. El linaje de Cantero es el aspecto central de la permanencia de Los Monos.

El padre de Dylan, El Viejo, fue arrestado por primera vez en 1999 por tráfico de drogas, y posteriormente fue condenado como miembro de una pandilla en 2018. Fue liberado en 2020, pero fue arrestado de nuevo en 2022 por presuntamente planear ataques contra gasolineras y escuelas primarias.

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Durante su primer periodo en prisión, El Viejo delegó la responsabilidad en toda la familia y en amigos cercanos. El mando del grupo pasó entonces a su hijo mayor, Ariel Cantero, alias “Guille”.

Por su participación en las actividades ilegales de Los Monos, Guille fue condenado a 22 años de prisión en septiembre de 2021, tras haber sido detenido en 2018. Pero gracias a alianzas de larga data con funcionarios de prisiones corruptos y miembros de las fuerzas de seguridad, Guille continuó dirigiendo a la pandilla desde la prisión. De hecho, tenía tanta protección del personal penitenciario que le instalaron un teléfono fijo en su celda, y no le monitoreaban ni grababan sus conversaciones. Dicho teléfono fue descubierto y retirado, pero se lo reemplazaron y luego fue hallado una vez más.

Dylan Cantero ya ha tenido cierto recorrido como integrante de Los Monos; de hecho, recibió un disparo en la pierna en 2020. El ataque en su contra volvió a desatar la violencia cuando Los Monos contraatacaron, lo que llevó a que la ciudad cerrara el 2020 con 212 homicidios, la peor tasa en cinco años, según el medio Clarín.

Incluso aunque los dirigentes mayores de la familia Cantero estén detenidos, la siguiente generación parece estar dispuesta a tomar la antorcha. Si esta nueva generación es tan violenta como la anterior, la tasa de homicidios de Rosario puede seguir aumentando.