Los Monos, la principal organización criminal de Argentina, sabe cómo sobreponerse a los golpes. Y aunque su líder enfrenta un total de 84 años de prisión, es poco probable que el grupo afloje el control que tiene sobre la ciudad de Rosario.

El 30 de septiembre, mediante un juicio oral, un grupo de fiscales sentenció a Máximo Ariel Cantero, alias «Guille», líder de Los Monos, a 22 años de prisión por haber ordenado desde la cárcel una serie de atentados contra funcionarios y sedes judiciales en Rosario, Argentina en 2018.

La condena contra Cantero se unificó a una sentencia previa de 6 años y ocho meses, emitida en 2020 por amenazar a un juez.

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En la audiencia también fueron condenadas otras seis personas pertenecientes a Los Monos, por participar en al menos siete balaceras contra jueces, fiscales y testigos involucrados en el caso contra la banda criminal, ocurridas en 2018 en la capital de la provincia de Santa Fe. Las penas varían entre los 6 y 20 años de prisión.

Los Monos, un grupo conformado por miembros de la familia Cantero, está activo desde hace más de dos décadas y ha sido reconocido como la organización criminal más violenta de Argentina. Se dedican principalmente a controlar el microtráfico en Rosario – ciudad portuaria y estratégica para el tráfico de drogas provenientes de Bolivia y Paraguay – y en los últimos años ha incursionado en otras actividades como la extorsión, la administración de casinos clandestinos y el lavado de dinero.

Análisis de InSight Crime

Con la nueva sentencia a Guille Cantero, los fiscales dejan claro el rechazo a las acciones violentas contra los tribunales por parte de Los Monos. Sin embargo, es poco probable que el actuar de Guille y su grupo se vea afectado en Rosario.

Desde 2018 la mayoría del clan Cantero fue enviado a prisión como resultado de un juicio histórico en Rosario. Sin embargo, Guille Cantero ha sabido adaptarse a sus nuevas condiciones y ha puesto en marcha diferentes mecanismos, desde la contratación de visitantes para enviar mensajes al exterior hasta tener su propia línea de teléfono dentro del penal, lo que le ha permitido liderar y coordinar acciones criminales desde su celda.

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Los Monos han sido reconocidos históricamente por sus alianzas con fuerzas de seguridad, actores del sistema penitenciario, élites económicas y políticas de Rosario. El grupo se ha encargado de seguir cultivando estas relaciones tras las rejas, lo que ha sido clave para que la banda mantenga su control sobre las calles rosarinas.

Guille Cantero ha recurrido al uso de la violencia para someter a las instituciones o a las bandas rivales que lo enfrentan. Un ejemplo de esto fue la última ola de asesinatos vivida en la ciudad, en septiembre de 2021, que coincidió con el inicio de un nuevo juicio contra el grupo.

En definitiva, el líder de Los Monos ya ha demostrado que es capaz de actuar desde la comodidad de su celda y que pese a los golpes recibidos por parte de las autoridades y el aparato judicial, su poder en Rosario sigue intacto.