Una investigación abierta a varios soldados de Ecuador, acusados de proveer armas a una red de ex-FARC mafia que operaba en una importante región fronteriza, indica que los grupos de excombatientes de las FARC se están fortaleciendo y acumulando capacidad para corromper a militares.

El 17 de octubre, las autoridades de Ecuador detuvieron a siete soldados y siete civiles por su presunta implicación en el tráfico de armas para el grupo de ex-FARC mafia conocido como Frente Oliver Sinisterra —disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)— dirigidas por el ecuatoriano Walter Patricio Arizala Vernaza, alias “Guacho”, según informó El Comercio.

Se cree que el armamento y las municiones presuntamente traficadas a Guacho y su grupo estaban registradas en un arsenal militar de la capital Quito antes de que un miembro de la red alterara el inventario. Posteriormente se trasladaron las armas a la ciudad de Borbón en la provincia costera de Esmeraldas, en límites con Colombia en paquetes, autobuses interprovinciales y vehículos particulares para evitar los retenes de detección de armas, según una nota aparte de El Comercio.

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Las autoridades buscan guarniciones militares en las provincias de Guayas, Esmeraldas, Loja, Santo Domingo y Pichincha, donde afirman que se ocultaron armas y municiones destinadas al tráfico entre arroz y papel higiénico, afirmó El Comercio.

Justamente la semana del 9 de octubre, las autoridades interceptaron un taxi en la población de Quinindé, Esmeraldas, que presuntamente traficaba armas y municiones camuflados en sacos de arroz. Los investigadores creen que la red de tráfico de armamento operaba desde 2016 por lo menos.

El ejército de Ecuador afirmó en un comunicado oficial con fecha del 17 octubre que la institución “lamenta profundamente” que algunos de sus miembros se hayan involucrado en el tráfico de armas de fuego y municiones para un grupo criminal, y que cooperarán con las autoridades en su investigación.

Análisis de InSight Crime

Las redes de ex-FARC mafia en Colombia se están consolidando rápidamente como actor dominante en el mundo criminal del país, y esta nueva investigación por tráfico de armas que involucra a miembros de la armada ecuatoriana permite suponer que las autoridades pueden estar más lejos de desmontar a Guacho y su red de lo que esperaban.

La red de ex-FARC mafia de Guacho ha ido reforzando su presencia en la región limítrofe de Ecuador con Colombia. En enero de 2018, Guacho fue supuestamente responsable de la explosión de un cochebomba cerca de la frontera Colombia-Ecuador en un intento de tomar el control de esta zona estratégica para las actividades de narcotráfico a lo largo de la costa Pacífica. Guacho controla importantes rutas de narcotráfico en el norte de Ecuador y el departamento de Nariño, suroeste de Colombia, y está “al servicio del cartel de Sinaloa [de México]”, aseguró el fiscal general de Colombia Néstor Humberto Martínez en marzo de este año.

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Sin embargo, una evidencia reciente indicaba que las autoridades tenían acorralado a Guacho y a su red. En junio de este año, las autoridades de Ecuador identificaron a varios actores claves de su entorno poco después de la captura de su hermano y su presunto lugarteniente. Pero la osadía de los actos violentos anteriores de Guacho y sus vínculos con muchos cargamentos de cocaína de varias toneladas, que salieron recientemente de Ecuador, indican que allí puede tener mayor libertad de movimientos.

La corrupción de los organismos de seguridad es un factor casi esencial para la supervivencia y el mantenimiento de las actividades de grupos criminales como el de Guacho. Estas conexiones pueden explicar por qué ha logrado evitar la captura, en especial luego de resultar herido el mes pasado durante un operativo del ejército colombiano.