Impactantes imágenes de guardias de prisiones de Brasil torturando a varios internos han desatado una investigación y ponen de presente las deficientes condiciones de reclusión que han permitido el fortalecimiento de las poderosas pandillas carcelarias del país.
Tras recibir los videos, grabados en varias de las cárceles del estado de Goiás, ubicado en el centro de Brasil, la sede de la Fiscalía General en el estado ha iniciado una investigación en torno a los abusos cometidos por algunos guardias, según informó O Globo.
En los videos, que fueron grabados el año pasado, se puede ver a varios guardias del Grupo de Operações Penitenciárias (GOPE) usando pistolas de electrochoque contra los reclusos en varias prisiones de Goiás.
En las grabaciones, se ve a varios internos arrodillados o sentados en el suelo mientras reciben repetidas descargas por parte de los guardias. También se puede ver a un recluso durmiendo en una hamaca en su celda, mientras un guardia le da varias descargas al interno hasta que éste cae al suelo.
Un guardia de GOPE, que según O Globo estuvo presente durante los hechos, “pero que no estuvo de acuerdo con el comportamiento de sus colegas”, entregó los videos a la sede de la Fiscalía General en el estado.
Dos guardias a cargo de la sección donde ocurrieron los hechos han sido destituidos de sus cargos. Marcelo Celestino, el fiscal encargado de la investigación, le dijo al programa Bom Dia Go, de O Globo, que todos los guardias que aparecen en los videos están siendo investigados.
Análisis de InSight Crime
Los recientes videos que muestran las torturas en varias cárceles brasileñas son el más reciente ejemplo de las terribles condiciones que han dado lugar al creciente fortalecimiento de las pandillas carcelarias en el país.
En general, las cárceles de Brasil sufren de hacinamiento y de falta de personal, lo que ha generado tratos inhumanos con los prisioneros, así como torturas y sangrientos disturbios, que a veces se reflejan en las calles.
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Como resultado de estas condiciones, las más importantes redes criminales de Brasil, entre ellas Comando Vermelho (CV)y Primer Comando Capital (PCC), se conformaron como organizaciones de defensa de los derechos de los presos. Inicialmente, ambos grupos se fortalecieron buscando justicia y protección para los presos, dados los brutales tratos por parte de los guardias. Sin embargo, con el tiempo ambos grupos se transformaron en redes criminales.
Actualmente, el PCC y el Comando Rojo coordinan actividades criminales, como la extorsión y el tráfico de drogas, tanto dentro como fuera de las prisiones de Brasil, y el PCC ha comenzado a expandirse a otros países de la región.
Irónicamente, estas poderosas redes criminales seguirán ejerciendo el control mientras las condiciones en el sistema penitenciario de Brasil, como las que se observan en los videos, sigan siendo la norma.