Las capturas recientes de dos miembros de la ‘Ndrangheta en São Paulo han puesto nuevamente en evidencia la estrecha cercanía entre la mafia italiana y el PCC de Brasil, dos de los grupos criminales más poderosos del mundo.

El 8 de julio, la policía federal brasileña detuvo a Nicola y Patrick Assisi en São Paulo por sospechas de narcotráfico. Nicola Assisi es presuntamente el principal contacto de ‘Ndrangheta en Suramérica y trabajaba con el grupo brasileño Primer Comando de la Capital (Primeiro Comando da Capital, PCC) para introducir cocaína a Europa, según una investigación publicada en el diario portugués Expresso.

Estos arrestos no son más que los indicios más recientes de que los dos grupos coordinan muy de cerca sus actividades de narcotráfico. Una investigación de la policía halló que el jefe del clan Pelle de la ‘Ndrangheta, Domenico Pelle, viajó a São Paulo por lo menos dos veces entre 2016 y 2017. Durante este periodo, se cree que se reunió con Gilberto Aparecido dos Santos, alias “Fuminho”. Dos Santos, la mano derecha  del líder del PCC encarcelado Marcos Willians Herbas Camacho, alias “Marcola”, es uno de los criminales más buscados en Brasil y se cree que coordina los envíos internacionales de cocaína desde Bolivia para el PCC.

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Entretanto, en el primer semestre de 2019 los decomisos de drogas en Brasil han aumentado más de 90 por ciento. Gran parte de esa cocaína se dirigía a Europa, donde la ‘Ndrangheta controla las rutas de tráfico en gran parte del continente.

Análisis de InSight Crime

Se ha consumado una unión de conveniencia entre la ‘Ndrangheta y el PCC para contrabandear narcóticos de Brasil a Europa. Cada grupo controla un punto del flujo de cocaína, lo que no plantea riesgo para la contraparte.

En los últimos años, el PCC ha trabajado para dominar las redes de ingreso ilegal y los centros de transporte en Brasil y los países vecinos. Esta extensa red logística los ha convertido en el principal aliado criminal para organizaciones extranjeras que buscan sacar cocaína de Brasil. Por su lado, la ‘Ndrangheta tiene el control del movimiento de cocaína hasta los consumidores en el continente europeo.

La expansión del PCC incluye hacer incursiones en Bolivia, donde el grupo puede comprar cocaína directamente de los productores de ese país, según Americas Quarterly. Fuentes policiales en Brasil, hablando bajo condición de anonimato, le dijeron a InSight Crime que Fuminho está jugando un papel crucial en la presencia del PCC en Bolivia. A continuación, se traslada la cocaína a Paraguay, importante destino de la mercancía ilegal por cuyo control el PCC ha librado una dura batalla.

Desde Paraguay, el grupo dirige la cocaína a ciudades fronterizas brasileñas, como Ponta Porã y Foz do Iguaçu, según una investigación de UOL. Sin embargo, las fuentes consultadas por InSight Crime revelaron que Foz do Iguaçu ha sido reemplazado en gran medida por otros cruces, especialmente pequeños remolques entre Ponta Porã en el estado de Mato Grosso do Sul y Guaíra en el estado de Paraná, donde hay menos seguridad.

La droga luego se traslada al interior del país y, finalmente, a los puertos de Santos (22,7 toneladas de cocaína incautadas en 2018), Paranaguá (4,3 toneladas) e Itajaí (0,46 toneladas) en el sureste de Brasil. El puerto de Santos es uno de los mayores centros portuarios de toda Latinoamérica y un canal clave para los narcóticos con destino a Europa. En 2019, cerca de la mitad de los decomisos de drogas se realizaron en este puerto, donde el PCC controla el flujo de narcóticos.

Ningún otro grupo criminal en Brasil ha logrado una red logística que abarque toda la región, lo cual permite al grupo controlar el movimiento y la venta de cocaína a organizaciones extranjeras, como la ‘Ndrangheta.

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La mafia italiana opera en Brasil por lo menos desde los ochenta, según la Policía europea. En esa década, el clan Morabito, de ‘Ndrangheta, dirigido por Giuseppe Morabito, coordinaba los cargamentos de drogas desde São Paulo hasta la ciudad italiana de Milán.

Ahora el grupo tiene cómplices en toda Europa, con la capacidad de descargar drogas en puertos de crucial importancia, como Amberes, Hamburgo y Rotterdam. Al llegar los cargamentos, la ‘Ndrangheta trabaja con traficantes italianos, quienes transportan los narcóticos para una distribución más amplia por toda Europa.

Aunque ambos grupos tienen otras fuentes de ingresos, este canal transnacional ha desempeñado un rol importante en el éxito y la expansión de cada uno de los grupos. En los últimos años, el PCC ha experimentado un crecimiento exponencial. Documentos incautados por las autoridades en 2018 mostraban que el ingreso anual de los grupos podía ascender a US$200 millones. Los documentos también revelaron que los afiliados al grupo en todo Brasil y otros países se han multiplicado, pasando de poco más de 3.000 en 2014 a más de 20.000 en 2018.

Tener un flujo de cocaína continuo procedente de Brasil también ha sido crucial para la ‘Ndrangheta. El grupo puede controlar hasta 80 por ciento de toda la cocaína que ingresa a Europa, principal fuente de las enormes ganancias criminales del grupo, que se estiman en US$60 mil millones anuales, suma comparable con el PIB de Croacia o Bulgaria, según CNN.