Según la policía de Colombia, la batalla por el control del negocio de la droga sintética 2CB ha conducido a la masacre de ocho personas en la tercera ciudad más grande del país, una señal de que los grupos criminales ven a este mercado emergente como uno altamente lucrativo por el cual vale la pena matar.

Como InSight Crime había informado, la reunión de algunos miembros de la red criminal de los Urabeños en la ciudad suroeste de Cali dejó ocho personas muertas el 3 de octubre, entre ellos Julio César Paz Varela, alias “J1”, un importante capo de las drogas sintéticas en esa región del país.

El Tiempo informó que Paz se reunió con una facción de los Urabeños dirigida por Fernando Greylin Varón Cadena, alias “Martín Bala”, y Héctor Mario Urdinola, alias “Chicho”. Estos dos hombres, quienes actualmente se encuentran bajo arresto domiciliario y en la cárcel, respectivamente, solían ser los líderes de “los Machos” -un grupo vinculado a la Urabeños- y llegaron a ostentar el control del comercio local de 2CB, una droga sintética también conocida como “cocaína rosada”. Según los informes, tras la captura de Chicho, Paz se tomó el control del comercio de 2CB en la ciudad de Cali. 

Según El Tiempo, la policía cree que Paz y los suyos podrían haber sido asesinados bajo las órdenes de Chicho y Martin Bala porque él tenía pensado independizarse y establecer su propia red de 2CB, para así evitar pagar a los dos jefes su parte de los beneficios.

Análisis de InSight Crime

Como InSight Crime había señalado anteriormente, esta disputa se debe en cierta medida a la dependencia de los Urabeños a bandas más pequeñas para que actúen como sus soldados de a pie -aunque estas “franquicias” criminales no siempre se llevan bien entre sí. Si la lucha por el control del mercado de 2CB en Cali fue lo que generó la masacre, esta sería una clara señal de lo mucho que los grupos del crimen organizado de Colombia valoran esta droga sintética.

En particular, el llamado “zar de las drogas sintéticas” de Colombia y heredero de la red de tráfico de drogas de los Machos, fue detenido en marzo de 2014, una captura que puede haber generado un vacío de poder en el comercio de drogas sintéticas que Paz Varela pretendía llenar.

La cocaína rosada, la cual no guarda relación química con su homónimo, tiene un alto valor en la calle –de más de US$ 70 por dosis- por lo que incluso las pequeñas ventas de esta droga pueden traer grandes beneficios a los grupos criminales. La droga genera efectos similares a los del MDMA, y fue introducida por primera vez en Colombia como una droga de fiestas para la élite. En 2013 la incautación de más de 3.000 cápsulas de 2CB llevó a la policía del país a declarar que el 2CB había ido “reemplazando paulatinamente a la cocaína”.

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Grandes incautaciones de 2CB en países como Perú también son evidencia de que la droga ha venido ganando popularidad en otros lugares de Latinoamérica, siguiendo una tendencia hacia el aumento del consumo –y producción- de drogas sintéticas en la región.

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