El más alto comandante militar de Colombia afirma que el 40 por ciento de los combatientes del ELN y las ex-FARC operan en Venezuela, una cifra que parece especulativa pero que refleja cambios importantes en la dinámica de las guerrillas, con importantes consecuencias para ambos países.

El general Luis Fernando Navarro Jiménez, comandante de las Fuerzas Armadas de Colombia, dijo recientemente a Reuters que en los cuatro estados fronterizos de Venezuela existen unos 1.200 combatientes del Ejército de Liberación Nacional (ELN). El general estima que el ELN, la mayor guerrilla que queda en Colombia, cuenta con un total de unos 2.350 combatientes.

Por otra parte, según Navarro Jiménez, en la región se encuentran alrededor de 700 de los casi 2.400 combatientes pertenecientes a células disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), conocidos como ex-FARC Mafia.

Es bastante difícil determinar el número de combatientes colombianos que se encuentran en Venezuela. Aun así, las cuentas del general acerca de los miembros del ELN y las ex-FARC que se encuentran en ese país son un indicio del estado de estos grupos en Venezuela. Ambos utilizan al país como un área de retaguardia estratégica y como una escala para el tráfico de drogas y otras actividades ilícitas, en gran parte con la tolerancia, si no con la complicidad absoluta, del gobierno venezolano.

A continuación, InSight Crime explora tres aspectos clave que se pueden desprender de las estimaciones de Navarro.

1. Fluctuaciones en las cifras en algunos estados

Las estimaciones acerca de las fuerzas guerrilleras colombianas en Venezuela han fluctuado considerablemente en los últimos años.

Un informe presentado en septiembre de 2019 por la Cancillería colombiana ante la Organización de Estados Americanos (OEA) señala que en Venezuela existen 1.043 guerrilleros del ELN y 231 disidentes de las FARC. Sin embargo, esas cifras estaban muy por debajo de las cifras de inteligencia presentadas a los medios colombianos, según las cuales en el país había 600 excombatientes de las FARC. De acuerdo con una declaración del presidente de Colombia, Iván Duque, en ese momento en Venezuela había 1.438 combatientes del ELN.

Más recientemente, en mayo de 2021, El Tiempo informó que, según un documento de inteligencia, había 1.500 combatientes colombianos en Venezuela.

VEA TAMBIÉN: Noticias y perfil de Venezuela

Estas variaciones quizá reflejan la dificultad para recopilar inteligencia en Venezuela, así como la tendencia de los combatientes de moverse con libertad a través de la porosa frontera.

Por otro lado, es extraño que las recientes cuentas de Navarro, acerca de 1.900 combatientes, se refieran específicamente a los estados de Zulia, Táchira, Apure y Amazonas, en el oeste de Venezuela. Esto puede ser, en cierto modo, un reconocimiento tácito de que en las regiones más alejadas de la frontera la inteligencia es menos efectiva.

2. Las ex-FARC se expanden y el ELN se estanca

En comparación con las cifras de la Cancillería de Colombia en 2019, los cálculos de Navarro indican que la cantidad de disidentes de las FARC en Venezuela se ha triplicado en los últimos dos años, mientras que las cifras del ELN se han mantenido bastante estables.

A pesar de las dudas sobre la exactitud de las cifras, esta tendencia concuerda con las investigaciones de InSight Crime.

Aunque el ELN hizo rápidos avances en Venezuela a raíz de la desmovilización de las FARC en 2017, las células disidentes de las FARC se han reagrupado desde entonces en la región fronteriza. El surgimiento, en Venezuela, de exlíderes de las FARC que habían abandonado el proceso de paz, también ha fortalecido la presencia de ciertas facciones que hacen parte de las ex-FARC.

VEA TAMBIÉN: Ex-FARC mafia: el ejército criminal colombiano que se instaló en Venezuela

Las células de las ex-FARC están fuertemente arraigadas en las minas de oro de Amazonas y en el estado fronterizo de Apure, y parecen estar moviéndose hacia el este, a estados como Bolívar. Algunos de estos grupos gozan de estrechas relaciones con el gobierno venezolano. Otros, sobre todo el Frente 10 en Apure, se han enfrentado agresivamente con el ejército de Venezuela, pero no han sido desalojados.

Además, algunos habitantes de Zulia le han dicho a InSight Crime que el Frente 33 de las ex-FARC está incursionando rápidamente en el estado, que hasta hace poco estaba dominado por el ELN.

La expansión del ELN en Venezuela parece haberse estancado. Aunque el grupo aún mantiene importantes bastiones en regiones como Táchira, hay mineros que le han dicho a InSight Crime que su influencia se ha debilitado en partes de Bolívar. El grupo ha mantenido un perfil bastante bajo durante el conflicto entre el Frente 10 y el ejército de Venezuela en 2021.

3. Combatientes con otros nombres

Obtener un panorama preciso de los combatientes colombianos en Venezuela se hace aún más complicado por las diferencias en la forma en que se organizan en cada uno de estos países.

Las fuentes de InSight Crime en la zona suelen dar estimaciones mucho más altas de la cantidad de combatientes en sus regiones, y hablan incluso de cientos en algunos municipios. Esto puede ser porque es difícil distinguir entre los combatientes como tal y sus colaboradores civiles, conocidos en Colombia como milicianos.

Si bien esto aumenta el riesgo de sobreestimar las fuerzas guerrilleras, la distinción entre combatientes y milicianos puede ser más difusa en el contexto venezolano.

A diferencia de Colombia, donde los milicianos son civiles con funciones de apoyo e inteligencia, muchos colaboradores en Venezuela suelen ser miembros armados de bandas progubernamentales, conocidas como colectivos, o incluso de la milicia estatal. La tolerancia del gobierno venezolano hacia la guerrilla colombiana implica que los milicianos tienen menos necesidad de ocultar su vinculación a estos grupos.