Las autoridades panameñas han vinculado al alcalde de un pueblo costero, en apariencia tranquilo, con una organización narcotraficante transnacional, lo que apunta a un posible incremento de la participación de grupos netamente panameños en el tráfico de estupefacientes con ayuda de funcionarios de gobierno local.

El 24 de septiembre, las fuerzas de seguridad panameñas arrestaron a 11 personas vinculadas a una organización narcotraficante que operaba en el pueblo La Villa de Los Santos sobre la costa pacífica panameña y en la provincia de Chiriquí, en el Pacífico, cerca de la frontera norte que Panamá comparte con Costa Rica.

Según un comunicado de prensa de la Procuraduría General de Panamá, el grupo transportaba cocaína desde el norte de Colombia a lo largo de la costa Pacífica de Panamá.

Las autoridades detuvieron al cabecilla de la presunta red narcotraficante junto con varios de sus cómplices, entre ellos varios funcionarios de la administración de La Villa de Los Santos.

En el operativo fue capturado el alcalde Eudocio Pérez, quien según La Estrella también es un alto funcionario del Partido Revolucionario Democrático (PRD), su asistente y dos agentes de policía, según información de La Prensa.

Según la Procuraduría General, cuerpos de seguridad se incautaron de 2,1 toneladas de estupefacientes, dos ametralladoras, casi US$1 millón en efectivo y 18 vehículos, cuatro de los cuales tenían pisos falsos, al parecer usados para el transporte de narcóticos.

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(Video cortesía de Procuraduría General de Panamá)

Análisis de InSight Crime

A lo largo de la historia, la estratégica ubicación de Panamá ha hecho del país un punto de tránsito clave para los narcóticos y el contrabando que salen de Suramérica e ingresan a Centroamérica. Y en el pasado, fuerzas de seguridad y políticos locales han participado en actividades de narcotráfico. Pero los presuntos nexos de la red desmantelada con el alcalde de un pequeño pueblo costero indican que grupos traficantes netamente panameños puede contar cada vez más con la complicidad de funcionarios públicos locales para manejar la creciente afluencia de cocaína por Centroamérica, atizada por el boom de cocaína en Colombia.

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El aumento en el volumen de estupefacientes puede ir acompañado de una afluencia de efectivo para las organizaciones traficantes panameñas. Y estos grupos criminales puede estar usando algo de ese dinero sucio para sobornar a funcionarios locales que tengan influencia en áreas de tráfico estratégicas.

La costa pacífica panameña es particularmente atractiva para los contrabandistas internacionales de drogas por la mayor presión en las rutas de tráfico que salen de Colombia por el Atlántico. Los traficantes han empezado a variar usando rutas marítimas en el Pacífico para enviar la cocaína al norte, tendencia que se ha evidenciado en enormes decomisos en ciudades portuarias sobre el Pacífico colombiano, como Tumaco. La Carretera Panamericana —importante ruta de tráfico terrestre— también corre a lo largo de la costa pacífica panameña, lo que da a los grupos criminales una razón más para cooptar a funcionarios de gobierno en esa región del país.