La decisión de bajar de categoría al EPL, una de las amenazas criminales de más vieja data en Colombia, demuestra la preocupante rapidez con la que el grupo se debilita en una espiral en picada.

La decisión, anunciada por el director de la Policía Nacional – el general Jorge Luis Vargas – ante el Congreso, bajará al Ejército Popular de Liberación (EPL) de la categoría de Grupo Armado Organizado (GAO) a Grupo Delictivo Organizado (GDO), un hecho que no se había presentado hasta ahora en Colombia.

La decisión se toma después de que Vargas expusiera el impacto que han tenido las ofensivas de la Fuerza Pública sobre este grupo. La diferencia principal entre ambas categorías es la percepción de la influencia que tiene el grupo criminal, así como su injerencia territorial.

Además, Vargas explicó que se ha tomado esta determinación después de los resultados operativos entregados por la Policía y el Ejército.

La Operación Esparta, a cargo de la Policía Nacional, es la punta de lanza contra el EPL. Desde que comenzó en 2018, se han realizado 61 operaciones que han logrado reducir a 235 hombres la organización, en contraste de los 535 cuando comenzó Esparta.

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Los últimos golpes asestados al EPL han dejado más aislado a Robinson Quintero, alias «Macho», actual líder de la organización. Según reportó el diario local La Opinión, la captura de tres cabecillas cercanos a «Macho» en Cúcuta, Zulia y Ocaña conocidos como «Candado», «Chucho Negro» y «Pita», es evidencia de esto.

“Después de que fue abatido alias ‘Megateo’ en el año 2015, los máximos cabecillas no duran mucho en la estructura delictiva. Los estamos deteniendo entre tres a seis meses, como ocurrió con la captura de alias ‘Pedro’ o ‘Pepe’ y la baja de alias ‘Pácora’ en 2019. Esto ha generado una desestabilización y deserción de sus integrantes”, dijo el general Fredy Tibaduiza a Caracol Radio

Análisis de InSight Crime

Es incierto cómo exactamente los recursos dedicados a la lucha contra el EPL variarán con esta degradación. Pero confirma que este grupo tan temido es una sombra de su antiguo yo, que ya no merece la misma atención que sus rivales.

Según las categorías implementadas por el Ministerio de Defensa, el estatus de un GDO significa que el ejército ya no se desplegará para luchar contra el EPL, sólo la policía.

Esto parecía ser una conclusión inevitable a una serie de malas decisiones tomadas por el EPL, así como las operaciones de seguridad.

El declive del EPL se puede rastrear desde la muerte de Víctor Navarro Serrano, alias «Megateo», quien para entonces era el máximo líder del grupo, a manos del Ejército en 2015. En los años venideros, ningún sucesor ha podido unir al grupo de la misma manera, y las divisiones internas se han vuelto más pronunciadas.

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Los líderes iban y venían. Reinaldo Peñaranda Franco, alias «Pepe», fue arrestado en 2018 antes de que Luis Antonio Quiceno Sanjuan, alias «Pácora», fuera asesinado en octubre de 2019.

Una incipiente guerra interna en el grupo concluyó en la muerte de uno de los principales cabecillas sentenciado por un consejo de guerra revolucionario en mayo de 2020.

Al mismo tiempo, el grupo buscó rejuvenecerse conquistando nuevos caminos. Un intento de establecer presencia a lo largo de la ruta del narcotráfico del río Naya en el departamento del suroeste del Cauca fracasó rápidamente.

El EPL también ha sido debilitado en el Catatumbo, su zona de origen, por su enemigo más feroz: el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Ni siquiera una alianza con otro enemigo del ELN, Los Rastrojos, marcó la diferencia.

Como InSight Crime lo predijo, las divisiones del EPL probablemente conducirán a su fragmentación en facciones divididas por intereses políticos o criminales. El liderazgo actual de Quintero, por débil que sea, puede ser el capítulo final del EPL como una organización unida.